Nuevas masacres ensangrentaron el fin de semana a Estados Unidos -mientras el Congreso analiza la aprobación de una serie de prohibiciones-, después de reportarse dos ataques, lo que eleva a un promedio diario de un par de tiroteos masivos, es decir, cuando hay al menos 4 personas afectadas, excluyendo al asesino.
Ambos tiroteos se registraron durante la movida nocturna del fin de semana. Se desconoce el motivo, pero podrían haber sido producto de disputas.
El primero tuvo lugar el sábado por la noche en Filadelfia, en South Street, una elegante zona de vida nocturna con muchos bares y restaurantes.
Algunos oficiales patrullaban el área, frecuentada por cientos de personas cuando «vieron a varios tiradores disparando contra la multitud», dijo el inspector D.F. Pace del departamento de policía local.
Uno de los agentes abrió fuego contra uno de ellos a una distancia de nueve metros, pero no está claro si le dio.
En total, tres personas murieron (dos hombres y una mujer) y al menos 11 resultaron heridas, en una estampida general, con gente ensangrentada que gritaba aterrorizada.
«Sabemos además que 14 personas recibieron disparos y fueron trasladadas a hospitales. Tres de esos individuos, dos hombres y una mujer, fueron declarados muertos tras llegar a los hospitales con múltiples heridas de bala», afirmó Pace.
La policía recuperó dos pistolas (una con un cargador de alta capacidad) y está examinando las imágenes de las cámaras de vigilancia, pero aún no arrestó a nadie. Un tiroteo «más que devastador», dijo el alcalde Jim Kenney, pidiendo medidas enérgicas contra las armas.
Dinámica similar y número de víctimas en otro tiroteo en la madrugada del domingo cerca de un club nocturno en Chattanooga, Tennessee: 3 muertos y 14 heridos.
Dos personas perdieron la vida por las heridas de bala, una después de ser atropellada por un automóvil cuando intentaba escapar. Un menor también resultó afectado. En una primera reconstrucción de los hechos, también en este caso habría habido más tiradores.
La policía cree que se trata de un incidente aislado e hizo un llamamiento a quien pueda proporcionar más información.
Según el Gun Violence Archive, este año se han producido en Estados Unidos más de 230 tiroteos masivos (aquellos en los que cuatro o más personas resultan heridas o muertas en un solo evento, sin incluir al tirador).
Durante el fin de semana hubo otros tiroteos «menores»: un muerto y cinco heridos cerca de Richmond, Virginia; un deceso y 8 heridos en un centro comercial en Phoenix, Arizona. Ambos durante fiestas.
Después de aquellos del supermercado (Buffalo), la escuela (Uvalde), el hospital (Tulsa), hasta los lugares de diversión corren riesgo de bala.
Sin olvidar al hombre que asesinó a su exnovia en Iowa y al que mató a un ex juez en Wisconsin. O el niño de 8 años asesinado en un auto por una bala perdida en Florida mientras estaba de vacaciones con sus padres. Pero ni siquiera el niño de 12 años que con la pistola de su abuelo asaltó una gasolinera en Michigan disparando un tiro al aire. (ANSA).
