Un producto ecológico es aquel que ha sido diseñado y fabricado de manera sostenible, es decir que su producción puede prolongarse en el tiempo sin generar efectos perniciosos en el medio ambiente y que dicha sostenibilidad se prolonga durante todo su ciclo de vida útil e incluso luego de ser desechado.
¿Cuáles son los productos ecológicos? La situación del medio ambiente y de la salud del planeta es cada vez más acuciante. En los últimos cincuenta a sesenta años, los seres humanos han consumido una cantidad mayor de recursos, que en el resto de su historia. Cada día hay más personas que respiran aire contaminado. Y los plásticos no solo tardan muchísimo en descomponerse, sino que son el peor de los contaminantes de las aguas y muchos suelos están envenenados.
Una de las respuestas que se han encontrado para paliar y revertir esta realidad y sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo son sin dudas los productos ecológicos. Estos suelen tener dos objetivos principales. Reducir la cantidad de desperdicios antes, durante y después de su ciclo de vida y optimizar el empleo de los recursos y materias primas.
Entre las principales características de un producto ecológico esta la de que es reciclable. Además se fabrica en condiciones de extrema higiene, es reutilizable, biodegradable. Tiene una huella de carbón nula o muy baja, no emplea plásticos comunes y/o de un solo uso. Es ecoeficiente y tiene embalajes mínimos y no contaminantes. Y si es un cultivo, no tiene pesticidas, químicos, ni abonos artificiales.
Ventajas de los productos ecológicos
Los productos ecológicos son ventajosos para las empresas y para los clientes, por lo que lo son también para la sociedad en general. Esto es así porque ayudan a que haya un cambio positivo en la vida de los seres humanos y es un mercado que no deja de crecer, desarrollarse e innovar, año a año.
A nivel empresarial
Para las empresas es fundamental volcarse al desarrollo de productos ecológicos, porque les abre las puertas a un nuevo y exigente mercado, compuesto por varios tipos de clientes: aquellos que solo quieren productos ecológicos sin importar el precio, los que están aprendiendo a consumirlos y quienes los compran porque lo hace el vecino o lo dice la TV.
Esto les aporta una ventaja competitiva, ya que a día de hoy a se considera muy positivamente a los productos ecológicos y a las empresas que los fabrican y promueven su consumo. Ello lleva a que la imagen de la compañía mejore y se positivice, ya que se le reconocerá que está haciendo un gran aporte a la sociedad, al tiempo que se respeta el medio ambiente.
Esta imagen positiva atrae a una clientela mucho mas leal a las marcas, que valora los beneficios adicionales que tienen los productos ecológicos, frente a los más tradicionales, en vez de comprar algo por lo vistoso del envase, el anuncio en los medios de comunicación o lo barato de su precio.
Para los clientes
El consumidor de productos ecológicos sabe que hay una rentabilidad importante asociada a estos artículos y que se relaciona con su mayor durabilidad, con el hecho de que sean más eficientes energéticamente durante su fabricación y que pueden ayudarle a ahorrar. Tienen claro que pueden ser costosos inicialmente pero el beneficio lo compensa.
Los edificios verdes son el ejemplo de que a la larga muchos de estos productos ecológicos pueden resultar más baratos, gracias a que su mantenimiento es mínimo. Así que no solamente emplean menos recursos y respetan el medio ambiente, sino que sus costes operativos también son menores.
Y la mayor de las ventajas que tienen los productos ecológicos para sus consumidores finales esta relacionado directamente con la salud, ya sea que nos referimos a la vivienda, a su forma de calefaccionar, a la comida, los artículos de limpieza o los juguetes de los niños. Son el complemento ideal para aquellos que eligen llevar una existencia saludable.