México corre el riesgo de perder 14,5 millones de vacunas anticovid, que caducan este mes, con un costo de 72 millones de dólares, lo que atizó las críticas de los expertos, que vienen acusando desde hace tiempo al gobierno de mal manejo de la pandemia, pero sobre todo los programas de inmunización.
Xavier Tello, investigador en la materia, calificó de “escandaloso” y “verdaderamente irresponsable” que el gobierno esté intentando aplicar los biológicos a punto de vencerse en todas partes, cuando pudieron haber optado por una mejor planificación.
“Hoy lo que están haciendo es querer hacer un acto heroico, poniéndolas literalmente hasta en los mercados, cosa que debieron haber hecho hace un año”, afirmó Tello, al señalar que esto es un ejemplo de “incompetencia y falta de profesionalismo”.
Además, cuestionó que no existe en el país una “trazabilidad de las vacunas”, por lo que es imposible conocer “el paradero de cada vial, lote y marca de cada dosis”.
El zar antipandemia Hugo López-Gatell salió al paso de estas versiones y dijo hoy que no ha habido desperdicio de vacunas y que “todas fueron utilizadas”, pero esto no amainó las críticas en diversos sectores.
En el Congreso, por ejemplo, surgieron voces de la oposición para “transparentar la aplicación de vacunas”.
El diputado Jaime Ramírez, secretario de la Comisión de Salud, señaló que “aplicar dosis caducas es como poner sólo agua. No le van a hacer daño a la gente, pero tampoco tendrán el efecto óptimo”.
El parlamentario indicó que hace una semana los secretarios de Salud de todos los estados fueron citados por el ministerio del ramo para presionarlos a fin de realizar una campaña “extraordinaria de vacunación”.
En todo el país desde la segunda mitad del mes pasado se lanzó una ofensiva para aplicar una cuarta dosis a personas mayores de 60 años.
Los sitios de vacunación se diversificaron y ahora, por ejemplo, en la propia ciudad de México es posible inmunizarse en las estaciones del tren subterráneo, en los campus universitarios y en algunos supermercados, así como en hospitales y clínicas oficiales, así como en las terminales de autobuses.
De hecho, se estima que el último día de abril caducaron un millón de biológicos, y el resto fueron reclasificados para aumentar su vigencia, que terminaría a fines de mayo.
Ante las versiones de que se estarían aplicando vacunas caducas en la capital, el director general de gobierno digital, Eduardo Clark, señaló que se ha inyectado a las personas “a contrarreloj” pero siempre con vacunas en buenas condiciones.
El infectólogo Andreu Comas consideró que la prisa del gobierno por aplicar los antígenos ha hecho que muchas personas se apliquen una cuarta dosis cuando todavía ni siquiera los 5 meses necesarios para que puedan obtener la inmunidad adecuada.
“Esta dosis no va a tener el impacto que se requiere para que pueda funcionar a nivel poblacional, porque se está poniendo en personas a las que, si bien no les va a hacer mal, no les va a dar mayor beneficio», afirmó Comas, del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
La paradoja es que todavía los niños de 12 a 15 años no han recibido el antígeno, dijo el el científico, quien reprochó al gobierno que, durante mucho tiempo, haya mantenido almacenada una cantidad importante de inmunizantes, sin informar donde estaban.
“El problema ahora es que, en lugar de poner la tercera dosis a tiempo, se retrasó, por lo que al aplicarla tarde se juntó con la cuarta dosis”, expuso, al indicar que, en al menos 18 estados, brigadas de salud están trabajando “a marchas forzadas” para aplicar 3,5 millones de dosis a punto de caducar. México es el quinto país con mayor mortalidad mundial por Covid y una de las naciones con más letalidad. (ANSA).
