Por Carlos Alberto Leo*
Tras los llamados de vecinos de la Ciudad; denuncian la existencia de un ejemplar «Otaria flavescens» que anda por Playa de los Patos, con un zuncho en su cuerpo.
Raudamente me dirijo al lugar, recorrí el mismo y no lo encontré, intuí estaría en la Escollera, posteriormente y tras una extrema búsqueda lo veo.
Portaba un aparejo de pesca de embarcado y un anzuelo clavado en su cuerpo. Me acerco sigilosamente y encuentro un ejemplar bastante arisco y con pocas ganas de granjearse mi amistad. Gran problema.
Son mamíferos amistosos, pero también hay excepciones. Lo que hay que saber que si le caes mal a un Lobo marino, difícilmente puedas ser un buen huésped dentro de la manada.
Manos a la obra: Fue necesario hacer 2 cortes para liberarlo de su pesada carga. El primer corte, estaba medio dormido …. sin grandes problemas; en el segundo corte fui atacado pero no alcanzó a morderme porque me protegí con el cortazuncho.
Obviamente siempre me represento como posible algún ataque y tengo experiencia para sortear la situación.
El hecho es que le pude cortar los nylon que lo aquejaban, el anzuelo no lo pude cortar porque es muy «chinchudo» no le traerá aparejado ningún problema, ya que su cola es cartilaginosa y ni siquiera sentirá la molestia.
Otro Lobito con piercing. A continuación el rescate en vivo, con las dificultades que conlleva filmar y liberar; sumado a un mal rato por sus ataques.
Por ello hubo que interrumpir los videos. Igualmente considero que: a los efectos de poder concientizar al interlocutor desprevenido.
La jornada fue más que positiva. Perdón por la desprolijidad. Necochea-Quequén, libre de enmallamiento incidental.
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