Por Horacio Castelli
La imagen representa lo que sucederá una vez que comience la exploración sísmica en busca de petróleo frente a la costa bonaerense frente a Necochea y el resto de los distritos turísticos.
Muchos opinan y comienzan a posicionar la grieta también en este tema. Muchos opinan y no viven en nuestras ciudades. Muchos opinan, y no saben de lo que hablan.
El estudio de la Universidad del Centro, con sede en Tandil es categórico. No deja dudas de lo que generaría esta explotación: el fin del turismo y la pesca. Nada más y nada menos.
A raíz del fallo de un juez Federal de Mar del Plata y una posterior foto junto al ambientalista que presentó el amparo en contra de la explotación varios “grieteros” nacionales y populares comenzaron a hablar de una maniobra “macrista”.
¿Saben quién firmó el proyecto de licitación que ahora se promulgo? Mauricio Macri.
¿Saben quién firmó la promulgación de la licitación con la firma noruega? Alberto Fernández.
¿Dónde existe la grieta que quieren imponer? Lo que existe es una decisión de muchos ciudadanos que vivimos en la Costa Atlántica de oponernos a esta agresión ambiental y económica.
El gobernador Axel Kicillof quiere convertir a Buenos Aires en una provincia petrolera. Y no tuvo mejor idea que impulsar esta licitación.
Como justificativo mencionó unos varios miles de millones de dólares de ingresos, cuando sabemos que cada explotación petrolera deja un porcentaje (siempre menor) en las arcas públicas.
Sin embargo, el turismo en el mismo período de la licitación, junto a la pesca generaría muchos más ingresos que “si” quedarían en las arcas públicas y genera más puestos de trabajo directo e indirecto.
Esto último desmiente también las últimas expresiones de Kulfas con respecto a la cantidad de empleos que generaría la explotación petrolera.
La decisión, además, de realizar la exploración a través del sistema sísmico amplifica las preocupaciones de nuestras localidades.
No es un tema menor. Y lo más aconsejable sería que solo hablen los especialistas, y los vecinos de estas localidades. Los demás son de palo.
Porque las nefastas consecuencias ambientales, económicas y sociales las vamos a sufrir nosotros.
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