De Estados Unidos a Francia y el Reino Unido, la variante Omicron genera infecciones récord en todo el mundo y obliga a los países a moverse, desde la cuarentena hasta las nuevas restricciones.
Efectivamente, Estados Unidos registró más de 500.000 casos con una tasa de positividad que, en Nueva York, se acerca al 20%.
Francia, que alcanzó un récord de 180.000 casos nuevos solo el martes, superó en sólo 24 horas los 200.000.
«El tsunami producido por la combinación de Delta y Omicron» corre el riesgo de «llevar los sistemas de salud al borde del colapso», es la alarma que dio el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
A pesar de lo ocurrido durante la primera ola de Covid-19, esta vez Occidente no se apresuró por los cierres. En algunos países, como Alemania, los expertos y el gobierno no descartan nuevas restricciones.
Otros, como Grecia, se limitaron a apagar la música en restaurantes y bares para evitar aglomeraciones y obligarlos a cerrar a medianoche -con una extensión a las 2 de la madrugada en Nochevieja-.
En cuanto a España, siguió los pasos de Estados Unidos, el Reino Unido o Italia, al optar por una reducción drástica de la cuarentena.
De hecho, Madrid redujo el aislamiento obligatorio para los positivos de diez a siete días.
«Hay que encontrar un equilibrio entre la salud pública y el crecimiento económico», explicó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en referencia al riesgo de paralización de los servicios por la gran cantidad de personas obligadas a la cuarentena.
En Bélgica, tras una sentencia del Consejo de Estado, reabrieron teatros, cines y eventos culturales con una capacidad máxima de 200 personas.
Pero la variante Omicron no se detiene.
Según reportes de la prensa internacional, se registraron más de 935.000 casos de Covid-19 en promedio todos los días durante la última semana en todo el mundo, el nivel más alto jamás alcanzado desde el comienzo de la pandemia.
El aumento de infecciones era muy rápido en Dinamarca, Portugal y Grecia.
Y el Reino Unido superó el techo de las 180 mil infecciones.
Mientras, en Estados Unidos, los datos más recientes mostraron una disminución, de más de 500.000 el martes a 380.000 el miércoles, pero también advirtieron la creciente escasez de pruebas disponibles.
El hilo rojo que une a la mayoría de países es ante todo uno: los no vacunados terminaron en terapia intensiva e incluso corren riesgo quienes no recibieron la tercera dosis.
«Hasta el 90%» de las personas actualmente ingresadas en terapia intensiva por Covid-19 en los hospitales británicos no han recibido el refuerzo», subrayó el primer ministro británico, Boris Johnson, e instó una vez más a que todos se vacunen.
Inclusive la Unión Europea (UE), a través de los canales sociales, reiteró la importancia crucial de la vacuna. Pero la Comisión, luego de que Finlandia impusiera una prohibición de entrada a extranjeros sin al menos dos dosis. (ANSA).
