En un emocionante acto, quedó inaugurado el Monumento en homenaje a los caídos en el ARA San Juan.
Contó con la presencia de familiares, autoridades municipales, fuerzas de seguridad y entidades intermedias. “Dentro de la emoción, éste tiene que ser un día de alegría, porque los vamos a tener en el recuerdo permanente”, aseveró el concejal Guillermo Sánchez, en representación del intendente Arturo Rojas.
“Esto es para cada hijo e hija de los tripulantes, para cada familiar, para cada persona que se siente parte. Esto es para vos hijo, para que estés más cerca de papá”. Con esas emocionantes palabras y acompañada por el pequeño Stéfano, Jesica Gopar, viuda del submarinista Fernando Gabriel Santilli, dejó inaugurado el Monumento en homenaje a los caídos en el ARA San Juan, en el bulevar de la Avenida Almirante Brown y calle 513, en la ciudad de Quequén.
El emotivo acto estuvo encabezado por la secretaria de Gobierno, Gabriela Góngora, y el presidente del bloque de concejales de Nueva Necochea, Guillermo Sánchez, quien brindó un pequeño discurso en representación del intendente Arturo Rojas, ausente por una afección pulmonar que lo aqueja.
El edil aseguró que “es un día muy emocionante, de mucho honor, de mucho orgullo, porque este ‘Paseo de Héroes’ está conformado ahora por 44 más”; aunque, “dentro de la emoción, éste tiene que ser un día de alegría, porque los vamos a tener en el recuerdo permanente”.
En conmemoración a los caídos, el monumento está rodeado por 44 plantas que representan a cada uno de los tripulantes y custodiado por placas conmemorativas de la familia de Santilli, de su propio constructor y del Instituto Browniano.
Luego del corte de cintas de “La Ola Calada”, que ocupa el centro de la obra, y de una réplica en miniatura del submarino, evento que estuvo encargado a la titular de Gobierno de la comuna y a los allegados de los héroes, el Delegado de Quequén también brindó unas palabras alusivas.
“Es muy difícil hablar cuando el dolor es tan profundo y tan compartido por los presentes”, comenzó señalando Bernardo Amilcar, para agradecer luego que se haya elegido “este lugar tan importante para nosotros” para que se sume el recuerdo “a estos 44 tripulantes, por esa innegable vocación de servicio defendiendo nuestra propia soberanía”.
“Las culturas milenarias dicen que las personas mueren solamente cuando las olvidamos, y con esto estamos garantizándonos que van a vivir eternamente”, aseveró, visiblemente emocionado, el funcionario; para dar paso a la bendición del monumento, encargada al padre Maximiliano, y la narración de una poesía en la voz de su autora, Nancy Almassio.
Fueron parte del acto, además de los ya mencionados, distintas autoridades municipales y del Honorable Concejo Deliberante, autoridades educativas y eclesiásticas, representantes de Puerto Quequén, de la Usina Popular Cooperativa y del Instituto Nacional Browniano y su sede local, colaboradores del constructor José Adolfo Saíni; abanderados del Jardín de Infantes del Colegio de Hermanas, con Stefano Santilli como escolta; la Armada Argentina, Gendarmería Vial de Balcarce, Prefectura Naval Argentina con asiento en Puerto Quequén, Agrupación de Gauchos “Lanzas necochenses” y el Comando de Submarinos de la Base Naval de Mar del Plata, entre otras instituciones.