lunes, noviembre 25, 2024

Policiales y Judiciales

Crimen de Carlos Nimo

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Revelan que murió por el shock que le produjeron las quemaduras.

Carlos Nimo no murió por asfixia, ni tampoco a consecuencia de golpes recibidos, sino a causa de un paro cardiorespiratorio sufrido a raíz del shock que le produjeron las quemaduras sufridas, producto de un incendio provocado con material inflamable, luego de haber sido atacado a golpes.

Así lo aseguró Fabio Gabriele, médico de la policía bonaerense autor de la operación de autopsia del hombre de 64 años que murió en la madrugada del 3 de abril de 2019, en un hecho ocurrido en dependencias de la Parroquia de Lourdes de la villa balnearia, en la que Nimo residía desde hacía poco tiempo.

Tal como lo reveló el cura párroco Alejandro Martínez, Carlos Nimo era un hombre en situación de calle que rechazaba hospedaje que se le ofrecía y sólo accedió a vivir en un sector de la iglesia cuando su estado de salud se agravó considerablemente.

Las declaraciones del médico Gabriele y del sacerdote Martínez fueron realizadas en la segunda jornada del juicio oral y público que se les sigue a Vicente Silva y Sergio Daniel Vazquez, imputados de haber causado la muerte de Nimo.

El mismo se lleva a cabo en el Tribunal Oral Criminal Nº 1, conformado por las juezas Mariana Giménez, Luciana Irigoyen Testa y Alejandra Manis.

La acusación es realizada por el fiscal Horacio Sirimarco. Ambos imputados son asistidos por defensores oficiales. Daniel Surgen defiende a Sergio Vázquez y Laura Barbafina a Vicente Silva.

El origen de la disputa que derivó en la golpiza a Nimo y el incendio del lugar fue una acolarada discusión con Silva y Vazquez, quienes irrumpieron en el lugar, intercambiándose acusaciones respecto del robo de una bicicleta y otros elementos que se hallaban en diferentes sectores del templo.

Luego de golpear fuertemente a Nimo, Silva y Vazquez decidieron incendiar la habitación y, a juzgar por testimonios de bomberos y del médico forense, para ello arrojaron algún material inflamable, ya que el fuego avanzó muy rápidamente.

Entre otros testimonios, hoy se escuchó el de Emiliano David Evans, encargado del mercado “Los Tíos” de calles 81 y 4, en el que Vazquez y Silva habitualmente adquirían bebidas alcohólicas. El comerciante manifestó que no observó que tuvieran un comportamiento violento. Nimo también era cliente del mercado, pero no adquiría bebidas alcohólicas, sino comestibles, según indicó Evans.

El médico forense Fabio Gabriele aseguró que Nimo “no murió por asfixia”, precisando que “no inhaló humo”, sino que murió a causa del shock que le produjeron las quemaduras, derivando en un paro cardiorespiratorio.

Coincidentemente con el relato previo de personal de bomberos, el médico indicó que en el cuerpo de la víctima hallo “signos de que se produjo fuego a muy alta temperatura en poco tiempo”, a causa de haberse derramado en el lugar algún material inflamable. Reveló Gabriele que el cuerpo de Nimo se hallaba carbonizado, pero no se hallaba seriamente dañado en su interior.

Confirmó que la víctima tenía costillas fracturadas, presuntamente como consecuencia de golpes de puño o puntapiés recibidos. Y también comentó que Nimo, previo al incidente, tenía un estado de salud muy frágil, evidenciándose en s u cuerpo claros síntomas de deterioro. Era un fumador crónico y padecía EPOC, teniendo seriamente afectados los pulmones.

El cura Alejandro Martínez, que está al frente de la Parroquia de Lourdes desde hace tres años y medio, indicó que Carlos Nimo, siendo un hombre en situación de calle, era apreciado en la comunidad. También consumía alcohol, pero no se tornaba violento, sino que elevaba el volumen de su voz cuando había bebido.

Recordó que en la misa con que se despidieron los restos de Nimo, la comunidad de la parroquia desplegó un cartel, a través del cual se expresó la manera en que la victima se había integrado, revirtiendo su actitud inicial de rechazar la hospitalidad que se le brindaba.

Martínez también recordó que junto a su sobrino Facundo, que vive en otro sector de la iglesia, intentó sofocar el incendio hasta la llegada posterior de los bomberos.

Esta fue la escena con la que se encontró el oficial Lucas Rodríguez cuando llegó al lugar aquella madrugada, según relató ante el Tribunal, indicando que junto al sacerdote y su sobrino se hallaban otros tres jóvenes intentando frenar el avance del fuego.

Rodríguez, que cumplía tareas en el Comando de Patrullas, recordó que junto con el oficial Cristian Arragone, de la Comisaría Tercera, se dirigieron hacia “Panchi Kiosco”, un comercio de la calle 4, donde se hallaban Vicente Silva y Sergio Vazquez, en absoluto estado de ebriedad. Mientras que uno de ellos forcejeó con la policía, otro sólo profirió agresiones verbales contra los efectivos. Ambos fueron detenidos.

FUENTE: TSN