domingo, noviembre 24, 2024

Ecología

Calentamiento global: ¿Qué es peor el metano o el CO2?

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La premisa es justamente esa: ambos son gases que, en cantidades superiores a las normales afectan negativamente al medio ambiente, porque agravan el efecto invernadero que ocasiona el Calentamiento Global. La cuestión es ¿qué efecto tiene la misma cantidad de uno u otro sobre los rayos de sol?

Terrible el CO2

(ANSA/AP Photo/Martin Meissner, File)

El CO2 o dióxido de Carbono es un gas que se genera como subproducto de la combustión (todo tipo de combustiones).

El problema radica en que, desde la era Industrial los seres humanos no paramos de quemar los más diversos tipos de combustibles, especialmente los de origen fósil, liberando toneladas y toneladas de este gas a la atmósfera.

Uno de los problemas más graves de este gas es que se fija en la atmósfera y se mantiene allí durante muchísimo tiempo, por lo que su acción es de muy larga duración, para colmo, los consumidores más eficientes de CO2 son las plantas y árboles y el ser humano no para de talar bosques, deforestar selvas y arrasar montes.

Aún peor, el metano

El metano se está produciendo desde siempre, pero los niveles de este gas se dispararon y en 1990 los científicos se percataron de que había casi el doble de este gas en la atmósfera que dos siglos antes. Inexplicablemente en esa época su acumulación se detuvo y en 2007 comenzó a aumentar de manera alarmante, sin que esta situación tenga visos de revertirse.

El metano se origina cuando la materia orgánica comienza a descomponerse, por lo que la ganadería, las aguas estancadas o eutrofizadas, las filtraciones de gas natural, la producción de ciertos componentes y lubricantes, la gestión incompleta de los residuos o los cultivos acuáticos como el del arroz, son fuentes de emisión de este gas de efecto invernadero.

Es evidente que las cantidades de metano que se liberan de forma natural no se pueden controlar, pero sí podría hacerse una mejor gestión de aquellas en la que el accionar antropogénico es definitivamente el factor agravante, como es el caso de la cría intensiva de animales o del que se produce (y elimina) desde los vertederos.

El metano puede resultar entre 21 y 89 veces más dañino que el CO2 a la hora de “calentar” la atmósfera, dependiendo del origen del gas, la temperatura ambiente y otras condiciones climáticas, aunque su tiempo de fijación es menor ya que al cabo de aproximadamente 12 años desaparece.

Los científicos estiman que, si se lograse controlar y disminuir significativamente su producción, en plazos muy breves se podrían neutralizar los efectos de este pernicioso gas de efecto invernadero.