Axel Kicillof y los intendentes de la Costa Atlántica evalúan imponer un toque de queda nocturno para tratar de disminuir las reuniones sociales y fiestas clandestinas en la zona más turística de la provincia.
El tema se dialogó este martes en la reunión que el gobernador mantuvo con los jefes comunales en San Bernardo, donde se analizaron posibles medidas para reducir la circulación. Oficialmente, los participantes dijeron que «por ahora» no habrá nuevas restricciones.
Sin embargo, uno de los intendentes que participó de la reunión reveló a LPO que el toque de queda nocturno fue parte importante de la conversación y, aunque no hay una postura unánime, quedó sobre la mesa la posibilidad de aplicarlo en los próximos días. El impedimento de circulación sería desde la medianoche o la 1 hasta las 6 de la mañana, tal como se aplicó en otras provincias.
La decisión sobre el toque de queda nocturno en la Costa se tomará luego de una reunión que en los próximos días mantendrá Kicillof con Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta. Allí se hablará puntualmente sobre la situación en el AMBA, pero lo que se decida podría ser ampliado al resto o a parte de la provincia.
El toque de queda nocturno es una medida rechazada por el sector turístico y por intendentes macristas como Martín Yeza (Pinamar) y Guillermo Montenegro (Mar del Plata). Tampoco cae muy bien entre los alcaldes peronistas, pero por supuesto están más proclives a aceptar las decisiones nacionales o provinciales.
En una conferencia posterior a la reunión con los intendentes, Kicillof se mantuvo en la línea de que por ahora no habrá medidas y que apuntarán a «poner muchísimo más énfasis en el cumplimiento de las medidas y los protocolos», además de insistir en las campañas de concientización. Negó también un cierre de la temporada de verano, pero pidió que los municipios cumplan los protocolos.
Sin embargo, el gobernador admitió que «a más circulación y más contacto, más contagios», por lo que fue claro con la única solución posible hasta que avance en serio la campaña de la vacunación. «Tenemos que reducir el grado de contacto, no hay otra», aseguró.
Kicillof confirmó que en la provincia hay un «crecimiento muy acelerado de los casos», aunque aseguró que «hoy no estamos en situación de emergencia» respecto a la ocupación de camas. «La situación puede volverse crítica», remarcó.