Se trata de Raquel Verónica Arbona, quien estuvo internada por cinco días. La mujer fue baleada en el rostro cuando su marido resistió a los tiros un asalto dentro de su casa.
La agente penitenciaria que había sido baleada en el rostro cuando su marido resistió a los tiros un asalto dentro de su casa de la localidad bonaerense de Glew, partido de Almirante Brown, murió tras permanecer internada cinco días, informaron fuentes policiales.
Raquel Verónica Arbona (45), quien trabajaba en el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) como auxiliar en la Alcaidía Departamental de Avellaneda y falleció en el hospital Lucio Meléndez de Adrogué.
Fuentes policiales informaron a Télam que el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial de Lomas de Zamora, donde en las próximas horas se realizará la autopsia para determinar las causas del deceso.
Por el caso y tal como había solicitado el fiscal de la causa, Ricardo Silvestrini, el juez de Garantías 1 de Lomas de Zamora, Jorge Walter López, convirtió en detención formal las aprehensiones de los cuatro detenidos.
Los cuatro acusados fueron identificados como Roberto Daniel Chayan (24), Brian Humberto Chávez (22), Ayron Manuel Barzala (25) y el remisero Conrado Alfredo Saporeti (58).
Todos quedaron imputados por el delito de «robo agravado por el uso de arma de fuego, por escalamiento y por ser en poblado y en banda”, los tres primeros como coautores y el remisero como partícipe.
Según las fuentes, el fiscal Silvestrini también avanzó en la causa paralela que inició para investigar la muerte de uno de los delincuentes, Luis Ángel González (20), y ahora por la de Arbona.
El titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 temática de Entraderas de Lomas de Zamora ya determinó que el marido de la mujer y empleado de una empresa de seguridad, Gustavo Eduardo Obregón (46), actuó en “legítima defensa” al disparar su pistola calibre 9 milímetros contra los delincuentes y, si bien aún restan peritajes, todo indica que el balazo que la penitenciaria recibió en la cara fue producto de un rebote.
El hecho ocurrió el viernes último alrededor de las 2.20, en una casa situada en la calle Roldán 283, de Glew, en el sur del conurbano, cuando cuatro delincuentes treparon por una pared y de allí al balcón del primer piso, por donde algunos lograron ingresar a una habitación de la vivienda.
Arbona y Obregón dormían cuando de repente la mujer escuchó ruidos y a los gritos le advirtió a su esposo que habían entrado ladrones, algunos de los cuales portaban armas blancas.
El hombre tomó una pistola calibre 9 milímetros de su propiedad y efectuó entre siete y ocho disparos, tras lo cual vio que su mujer había caído herida con un impacto en el rostro.
Dos cámaras de seguridad ubicadas en un comercio de la misma cuadra del domicilio captaron la secuencia desde que los delincuentes llegan a pie y comienzan a trepar el balcón, a las 2.20, y 2.23 se arrojan del mismo y escapan a la carrera, uno de ellos visiblemente herido.
En los videos también se observó que parte de la banda huyó en un auto Ford Focus blanco, patente OPB098, que resultó ser un remís.
Detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora revisaron los centros de salud de la zona y así detectaron que en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de la vecina localidad de Longchamps habían ingresado tres jóvenes, uno de los cuales, González, estaba baleado en la espalda y murió en el lugar.
La policía detuvo en las inmediaciones a otros dos sospechosos que lo acompañaban, Chayan y Chávez y, horas después, el remisero Saporeti fue detenido cuando llevó a la madre de González a la UPA donde antes habían dejado al joven fallecido.
De acuerdo a las fuentes, Saporeti se quebró ante los policías y confesó que había trasladado a la banda al lugar del robo, en Glew en su auto Ford Focus blanco y que después de dejar a González en Longchamps, también llevó a otro herido al hospital Balestrini de La Matanza.
Con ese dato, los efectivos se dirigieron al centro de salud y aprehendieron al cuarto sospechoso, Barzala.