Organizaciones no gubernamentales, redes solidarias y ciudadanos de Necochea se organizaron.
Fue para abastecer con alimentos no perecederos, frutas y verduras y equipar con insumos sanitarios a los médicos de sus centros de salud y a los integrantes de las fuerzas de seguridad que se encuentran en la primera línea de la lucha contra el coronavirus, pero también a los barrios más necesitados.
«Somos un grupo de docentes, profesionales de la salud y psicólogas sociales que, desde el 2018, llevamos a cabo una tarea solidaria en el barrio Terminal de esta ciudad, ubicado en la avenida 43 y 60 bis, porque es uno de los sectores más vulnerables de la ciudad», contó a Télam Agustina San Juan, líder del grupo.
San Juan, junto a sus compañeras realizan todos los sábados del año talleres recreativos, artísticos y de salud mental en ese barrio con el fin de generar vínculos familiares y concientizar sobre «enfermedades, buenas conductas, la importancia del deporte y lo peligroso que son los vicios», explicó.
Pero la red solidaria «Colectiva Latiendo» no es la única: la ONG «No estás solo», creada hace ocho años con el fin de cuidar y atender a pacientes oncológicos, se sumó a la ayuda solidaria en estos tiempos de pandemia realizando distintas acciones para la comunidad en su conjunto.
«Desde el primer día del aislamientos preventivo y obligatorio dispuesto por el presidente Alberto Fernández, junto a 70 colaboradoras, nos hemos puesto a confeccionar de manera voluntaria tapabocas, camisolines y ambos», explicó Karina Machado, presidenta de esa organización necochense.
«A esta campaña, se ha sumado hasta una abuela de 91 años llamada Olga, que con su antigua máquina de coser ha realizado más de 50 tapabocas de friselina de distintos colores para donar», contó.
Con las manos que se sumaron a la tarea, la organización ya lleva entregados unos 13.000 tapabocas a la Cruz Roja, los bomberos voluntarios, la policía, al personal de Prefectura, y a los centros de salud «no solo de nuestra ciudad sino también en Quequén y en salitas de salud de los pueblos del distrito como Juan N. Fernández, Ramón Santamarina, Estación La Dulce, Claraz y hasta Lobería», manifestó.
Muchos de los insumos utilizados (como hilo, elástico, telas y agujas) fueron donados por la ONG «Ayudando a Crecer», dirigida por Luis Cabezas, y una fábrica de ropa local llamada «Andy», que pone a disposición sus máquinas de coser y también el corte en serie de todo lo que luego será ensamblado y luego donado.
«Todo lo que logramos es ad honorem, ya que el pueblo necochense es muy solidario y más en épocas como estas, donde la situación social y económica lo amerita», señaló Machado.
«Como nosotros ayudamos en general a pacientes oncológicos, todos los sábados repartimos a unas 10 familias, bolsas con verduras, frutas, harina, carne, fideos, yerba, huevos y elementos de limpieza, que fueron donados por comerciantes de la ciudad», resaltó, al tiempo que dijo que «cada uno, desde su lugar, hace que la vida de estas personas sea un poquito mejor teniendo en cuenta que muchas de ellas semanalmente siguen con sus tratamientos de quimioterapia».
Machado contó que «un vecino llamado Luis Ortega es el encargado de hacer los trámites para poder llevar a estos pacientes a hacerse sus tratamientos a la ciudad de Mar del Plata, que queda a 130 kilómetros de Necochea.
Él consigue los permisos y todas las autorizaciones pertinentes para poder trasladar con su propio vehículo a los pacientes hasta los centros especializados en oncología.
Sin toda esa organización, muchos se quedarían sin atención porque no cuentan con ese servicio en Necochea o porque sencillamente no podrían hacer frente al costo de hacer ese viaje», consideró.
Machado aseguró que tiene confianza en esa unión solidaria: «Juntos seguiremos trabajando hasta que termine esta pandemia, ya que poniendo un granito de arena desde el lugar que ocupamos, podemos seguir ayudando a quienes más necesitan», concluyó. (télam)