Con el grito de «ladrones, ladrones», en forma constante por parte de los vecinos presentes, el intendente tuvo que realizar un corto discurso.
Comenzó contestando los gritos de desaprobación de la mayoría de los vecinos, recordando que «el pueblo ya se había expresado en las urnas».
Este comportamiento, que ahora lo sufre en carne propia el Partido Fe, fue el mismo que impulsó desde el minuto cero del gobierno de Tellechea.
Esta metodología, de un sector de la comunidad, se hizo carne y cada vez que algo no les gusta, se expresan de esta manera poco democrática.
La investidura del intendente municipal, debe prevalecer por sobre las monentáneas luchas que se libren por defender derechos.
El constante grito que se escuchó durante el discurso de Arturo Rojas, marca la poca predisposición democrática que tienen algunos sectores de la sociedad.
Lamentablemente, en el pasado, quienes hoy lo sufren, lo alentaron fervorosamente.
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