Balance ¿o qué?
Elijo QUÉ.
Quiso el azahar, el destino, o la circunstancia, que tuviera que encargarme del último comentario del año. Y fue un año raro.
Por eso desestimo la opción del balance. ¿Qué hago entonces?
Pensé por un instante que sería interesante realizar un presupuesto, como esos que realizan los municipios, las provincias y las naciones: qué puede hacerse durante el año que comienza y con qué recursos. Enseguida comprendí que era un proyecto como mínimo inútil, si tenemos en cuenta que los presupuestos nunca “cierran”, pocas acciones previstas se realizan y el dinero nunca alcanza.
¿Entonces?
Una tercera opción fue realizar un texto literario, un poco dulzón, con alguna que otra lágrima insinuada. Me niego terminantemente. Estoy cansada de los melodramas que expían culpas, lavan almas un poco oscuras que seguidamente pasarán a la habitual indiferencia.
¿Un texto argumentativo, entonces? Es oportuno si se quiere sacar un poco de la bronca que se juntó con tanto discurso mentiroso, tantas caras desconfiadas, tantos reclamos inatendidos, tantos conflictos, acá y en el mundo entero. Mi conciencia, al instante, me dijo: ¿Pero quién te da el derecho de levantar el dedo acusador si quizá también tuviste la oportunidad de cambiar algo y no la viste? (Si vamos a ser duros, empecemos por casa)
¿Qué hago entonces?
Lo que hice fue sentarme frente al teclado y comenzar a escribir. Lo que salía. Como salía. Sin pensar demasiado, porque para eso tenemos todo un año nuevo y reluciente que se aproxima.
Con cada clic de las teclas, luego de la sensación de relajación que queda el haber dicho lo primero que se cruza por la cabeza sin autocensura, comencé a entender que cada fin de año es sólo eso y no necesariamente el final de una etapa, de un ciclo. Termina 2018*, comienza 2019*, y por lo que se ve no da lugar a pensar que pueda ser demasiado diferente.
Y podría dejarlo ahí. Cambia el número y nada más… Aunque, después de todo, si quiero que algo cambie, que mínimamente algo se transforme, quizá pueda intentar cooperar otra vez, compartir el esfuerzo.
¿Ustedes creen que podemos hacer algo?
Como en cualquier espectáculo callejero, en la vida en sociedad la colaboración es voluntaria.
Nota de la autora:*Originalmente el texto decía 2008 y 2009… ¿Para qué escribir algo nuevo si la realidad se repite?