Por Horacio Castelli
Después de más de dos años de gobierno de Cambiemos, saltan ante mí preguntas que espero alguien pueda responderlas.
Cuando nuestros niños comienzan con los Por qué, las respuestas no siempre son fáciles para los progenitores o familiares que reciben las mismas.
Quizás las preguntas que me asaltan en este momento de mi vida, también sean difíciles de contestar.
¿Por qué, se decide no proteger a las industrias nacionales y abrir las importaciones cuando el resto de los países, especialmente Estados Unidos, se cierran y defienden a sus empresarios?
¿Por qué los ciudadanos que habitamos la Argentina debemos pagar los productos que se producen en nuestro suelo al mismo precio que se lo cobramos a los alemanes, estadounidenses, japoneses, chinos, etc.?
¿Por qué el gobierno considera que debemos imitar al resto del mundo e incorporarnos a él, y no mantiene los subsidios al transporte y los insumos básicos como la electricidad y el gas, como sí lo hace el mundo?
¿Por qué no se incentiva el Marcado Interno para que la circulación del dinero sea virtuosa y no se fugue hacia el exterior?
¿Por qué se obliga a los ciudadanos a cobrar sueldos, jubilaciones y pensiones que alcanzan solo para subsistir, e impide que se logre un ahorro para volcarlo nuevamente al circuito económico?
¿Por qué no se respeta el trabajo de los ciudadanos que viven en la Argentina y se privilegia las ganancias de empresas internacionales que retiran la renta y vacían de dinero el país?
Hay muchas preguntas más. A medida que se vayan respondiendo con fundamentos serios y contundentes, seguiré sumando otras.
Mientras tanto, seguiré tratando de contestar los “Por qué” de mi nieta de 4 años, que son, también, difíciles de responder.
