Sharing is caring!

Por Horacio Castelli

Los argentinos nos calificamos como los mejores del mundo o unas piltrafas que deambulamos por el mundo arrastrándonos.

¿Les parece exagerado? Los invito a recorrer los comentarios que realizamos en el Mundial de Fútbol que de a poco se va terminando sin presencia sudamericana.

Y en todos los ámbitos de nuestra vida somos iguales de extremistas y exagerados, lo que nos provoca pasar de la euforia a la mas fuerte tristeza y luego volver a reírnos sin mediar una explicación, ni buscar las consecuencias y los motivos de tantos saltos anímicos.

Volviendo a los comentarios futbolísticos, muchos periodistas deportivos tienen la seguridad que hay que  conformar las selecciones argentinas con todos los jugadores que se encuentran en las ligas europeas.

Ahora bien, varios equipos sudamericanos que tuvieron una mejor actitud y lograron resultados más holgados, convocan para sus selecciones a jugadores que integran equipos argentinos. ¿Paradójico no?

Sin embargo, nosotros dejamos de lado a todo jugador de la liga local, excepto que tengan posibilidad de ser vendidos al exterior como si eso asegurara que son superiores, cuando sabemos que mucho tiene que ver con la capacidad de los representantes para colocarlos en distintas ligas del exterior.

Yo consulto, por ejemplo, ¿Que superioridad demostraron en todo el proceso de la selección de fútbol, Otamendi, Fazio o Rojo por sobre Maidana, Pinola, Goltz o Lisandro Martínez uno de los mejores marcadores centrales de los últimos tiempos? Ninguna.

Es más, los defensores que juegan en el fútbol local, tienen mayor capacidad de marca que los que se mueven en el fútbol europeo por las características de los técnicos y la decisión arbitral de no permitir el mínimo roce, para que los delanteros y mediocampistas puedan llegar con mayor tranquilidad al área contraria.

Bien, disquisiones personales aparte, lo que deseo graficar con este pequeño comentario deportivo es la manera que tenemos de auto destruirnos, menospreciando lo propio o magnificando lo extranjero.

Materia prima tenemos, nos falta querernos un poco más, respetar a quienes juegan en nuestro país y sumarle a ese grupo algún jugador destacado que juegue afuera. Nada más. El resto es puro chamuyo.