El objetivo, descontado, era vencer. Pero finalmente Vladimir Putin podría ganar en forma aplastante.
Los ‘exit-poll’ dan, en efecto, al zar ampliamente más del 70% de las preferencias -para el centro demoscópico FOM alcanzaría un 77%- mientras todos los otros adversarios se hallan muy lejos, con porcentajes de una cifra. Se salva el comunista «con Rolex» Pavel Grudinin, el único con posibilidades de superar el umbral del 10%.
Un resultado que, buscado y mirado con atención por los especialistas del Kremlin, sin lugar a dudas fue influenciado por el choque con Londres por el caso del ex agente de inteligencia de Moscú, Serguei Skripal.
El vocero de la campaña electoral de Putin, Andrei Kondrashov, agradeció públicamente a la premier británica Theresa May por haber tenido que ver en la afluencia. «Es más alta del 8-10% en relación a lo previsto, no soñábamos una cosa del género (…) una vez más Gran Bretaña no comprendió la mentalidad de Rusia: si nos acusan de algo infundado, el pueblo ruso se une en un centro de fuerza y ese centro es hoy en día Putin».
Ya, la afluencia. Es otro cuerno de la célebre «fórmula de la reelección» elaborada -dicen los rumores- por el vicejefe de la Administración presidencial, Serguei Kirienko. O bien al menos el 70% de la afluencia. Que, sin embargo, no alcanzará el ‘target’ diseñado: según estimaciones del centro demoscópico estatal Vtsiom, podría llegar al 63,7%. Pero esto se sabrá solamente mañana cuando sean publicados los datos oficiales.
El efecto-Skripal, de cualquier modo, se vio en el voto de los rusos residentes en el exterior, con largas filas antes las misiones diplomáticas.
En Ucrania, en cambio, los rusos no pudieron votar porque las fuerzas de seguridad solo dejaron ingresar a consulados y embajada a los diplomáticos.
El ministerio ruso del Exterior definió como una movida «ilegal» y la Comisión Electoral Central prometió quejarse oficialmente en la ONU y otras organizaciones internacionales.
Kiev está particularmente furiosa con el Kremlin porque las elecciones fueron (a propósito) organizadas justamente el día del 4to. aniversario de la anexión de Crimea, que por primera vez desde el impugnado referendo de 2014 pudo votar en las presidenciales.
Y aquí -según los escrutinios preliminares- Putin resultó victorioso con porcentajes norcoreanos superiores al 90%.
La pregunta, en este punto, surge espontánea, ¿Todo en forma correcta?. La Comisión Electoral Nacional, encabezada por Ella Pamfilova, sostuvo obviamente que sí. Como también la asociacion independiente Golos, que desde hace años monitorea las elecciones en Rusia. Su copresidente, Grigory Melkoniants, confirmó a ANSA que los señalamientos de fraudes «disminuyeron».
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