La Unión de Usuarios Viales advirtió que con la llegada de las vacaciones de verano y tras el triunfo de Cambiemos en las elecciones legislativas, los gobiernos nacional y bonaerense podrían ordenar un nuevo aumento de los peajes en las principales rutas del país.
Según alertó Ignacio Zavaleta, miembro de la UUV, la intención de subir las tarifas en las cabinas semanas antes que millones de argentinos salgan a recorrer los caminos no es nueva. «Ha sido una constante de las últimas décadas. Antes de la llegada de las vacaciones de invierno y de las verano hay aumento de las tarifas», expresó Zavaleta en diálogo con radio El Mundo.
Aunque todavía la medida no fue confirmada por las autoridades, este medio pudo averiguar que hay situaciones bajo estudio, en análisis.
El último incremento para la Autovía 2 fue de 28% en 2016. La Autopista La Plata-Buenos Aires subió 50%. Hoy, ir a la Costa Atlántica en hora pico en un vehículo de dos ejes cuesta unos $ 150 ($ 20 Dock Sud, $ 40 Hudson, $ 45 Samborombón y $ 45 Maipú).
En febrero pasado el gobierno de María Eugenia Vidal intentó llevar sin éxito la tarifa de los puestos de Maipú y Samborombón a $ 75 en plena temporada, con una reducción a $ 60 los días de semana, fuera de temporada. Eso implicaría un incremento del 77% respecto del anterior valor.
Las autopistas porteñas se encarecieron 37% en agosto pasado, luego que la jueza Elena Liberatori autorizó a AUSA superar el tope máximo de 28,8% previsto en una resolución anterior. Por la 25 de Mayo o Perito Moreno el valor en hora pico llega a $ 50, mientras que en la Illia es de $ 25.
El Acceso Oeste por ahora mantiene en $ 45 el pase de autos particulares en la «hora de congestión» y «hora pico». En el Acceso Norte, la «hora de congestión» cuesta $ 50, la «pico» $ 40 y la «promoción», $ 20.
Pero para los defensores del usuario vial los montos poco importan. Los expertos creen que el sistema de cabinas en las rutas es inconstitucional. «No es un sistema de peajes, son aduanas internas. Tenemos que pagar para transitar por rutas que fueron construidas con fondos públicos», se quejó Zavaleta.
La Unión forma parte con otras entidades del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial (CONADUV), desde donde se articulan diversas medidas para mejorar la calidad de vida de los viajantes. Cada vez que se aplica un tarifazos, interponen amparos judiciales y lanzan duras batallas para cuidar el bolsillo de los usuarios. En la última contienda se retrotrajo a las tarifas sin subas, pero cumplido el plazo del amparo se vuelve a tener un precio con aumento. «Eso demuestra que es puramente recaudatorio, es un negocio a costa del ciudadano», remarcó Zavaleta.
«Se paga doble o triple imposición para transitar libremente por nuestras rutas, que en su gran mayoría no tienen cambios entre las que tiene sistemas de peajes y las que no. El sistema de peajes es un negocio encubierto para unos pocos. Encima, nos hemos sorprendido con la creación de una Sociedad Anónima que reemplazaría las funciones de Vialidad Nacional, escapando a los controles», sentenció.
En la UUV considera que la discusión no es por las tarifas, sino por el modelo vigente y sus consecuencias para los contribuyentes. «Consideramos que pagar $ 5 o $ 100 cada vez que pasamos por una cabina de peajes es caro igual. Estamos pagando para ejercer un derecho. Lo caro o no (de una tarifa) pasa a un segundo plano. Hay que ir (a discutir) el negocio para unos pocos, que fue implantado hace muchos años. Esto le ha costado al país en subsidios y en pago de tarifas de peajes alrededor de u$s 7.000 millones y no vemos cambios sustanciales», concluyó.