Las últimas precipitaciones impactaron de lleno en el cereal, que pierde una superficie de 300.000 hectáreas en territorio bonaerense. Estiman que el 45 por ciento de la superficie sembrada tiene exceso de humedad.
El impacto del clima en la actual campaña de granos es una realidad que empieza a delinear algunos números preocupantes para el sector.
En el caso del trigo, y con una superficie sembrada de 5,4 millones de hectáreas de acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario, empiezan a trascender datos del área afectada.
En territorio bonaerense, según se desprende de la última estimación mensual de la entidad, las lluvias quitaron al trigo 300.000 hectáreas en las zonas centro, oeste, sudoeste, sudeste, y Cuenca del Salado. Además, se suman lotes del sur y norte de La Pampa. De esta cifra, 150.000 hectáreas corresponden a las que quedaron fuera de la proyección inicial de siembra, que se ubicaba en torno a las 5,5 millones de hectáreas.
Con este panorama, la entidad estimó que un 45 por ciento de la actual superficie sembrada presenta condiciones de humedad excesiva, que además de afectar el crecimiento y desarrollo del cereal, impedirá llevar adelante tareas de fertilización y control sanitario del cultivo.
En la provincia de Buenos Aires, el área triguera bonaerense sufrió una reducción, y en la actualidad se registra una superficie sembrada de 2,02 millones de hectáreas, y uno de los ajustes más significativos se realizó en la zona de Tandil, una zona estratégica para este cultivo. “El sudeste, área clave del trigo, sigue sin poder desplegar su potencial”, sintetizó el informe.
Otro dato a tener en cuenta a partir de los excesos hídricos es la presión de enfermedades, que junto a la anoxia y el lavado de nutrientes coloca a un 50% del cultivo en un estado regular, de acuerdo a lo informado por la bolsa rosarina. En este escenario, roya y mancha amarilla son los problemas más usuales.
El otro cultivo afectado por las últimas precipitaciones es la cebada, con pérdidas que podría alcanzar las 40.000 hectáreas en centro, sudeste y sudoeste de Buenos Aires y Sur de La Pampa, que concentran casi el 80 por ciento de las 800.000 hectáreas sembradas a nivel nacional.