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Los gremios de la educación recuerdan que ellos no firmaron una «cláusula automática» que establece el salario inicial, sino un piso. Un 18% de aumento «no tiene nada que ver con la realidad». Hay amenaza de paro.

El ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, anunció recientemente que esa cartera no convocará este año a docentes para discutir suba de salarios a nivel nacional, que establece el piso salarial de los docentes para todo el país, y la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) advirtió esta semana que «si no hay paritaria nacional, va a haber conflicto nacional».

«Todos en el gobierno son unos mentirosos seriales. La cláusula del año pasado plantea que el piso salarial será de un salario mínimo más el 20 por ciento. Y que a partir de allí se negocia. De ninguna manera reemplaza a la paritaria nacional», lanzó el vocero de la Ctera y secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), Roberto Baradel.

«El gobierno ha mostrado que tiene una voluntad de producir un ajuste en la educación, lejos de mejorarla, y generar negocios para unos pocos, como ya se mostró con las evaluaciones, el software o la capacitación», acentuó.

Algo similar estimaba la secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso, para quien la propuesta del 18% de suba salarial que surge de las gobernaciones y de la administración macrista nacional «es absolutamente insuficiente e inaceptable. No tiene nada que ver con la realidad». «La actitud del gobierno llevará el conflicto a todas partes» y «exigimos el llamado a paritarias nacionales», afirmó.

En la misma línea, la secretaria general del Suteba Matanza, Romina del Plá, consideró que «la decisión del gobierno nacional blanquea que para ellos no existe un sistema educativo nacional ni un salario nacional. Además, pone en crisis a Ctera y los demás sindicatos nacionales, que mostraron la firma de esa cláusula como un triunfo.»

Los docentes están reclamando entre un 35 y un 40% de incremento salarial para 2017. El titular de UTE en la ciudad de Buenos Aires, Eduardo López, recordó que «la proyección inflacionaria de este año va del 25 al 30 por ciento. En torno de eso hay que discutir y a ello hay que sumarle lo perdido el año pasado».

Sobre el caso de Buenos Aires, Baradel advirtió que «el gobierno de Vidal tiene una gran desconsideración hacia los docentes, dijo que nos iba a convocar para la segunda quincena de enero, y hasta ahora no ha sucedido y difícilmente suceda. Vidal genera grandes escenarios en colaboración con los medios de comunicación, pero no da un paso concreto para cumplir sus compromisos con los docentes».

Esta semana, además, el secretario general de la CGT Héctor Daer señaló «algunas últimas actitudes que no se comprenden» como «que se esté negando la convocatoria a una paritaria nacional docente, estipulada por ley».

El gremialista advirtió además que «se han agudizado mucho más los despidos y esto es un incumplimiento de un acuerdo que habíamos cerrado en diciembre con el Gobierno y los empresarios», mientras que «la caída de la actividad está llevando a despidos por todos lados», llevando a una etapa «crítica» con un «incremento muy grande de la tensión social».

El viernes, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo que adelantó que los gobernadores que se reunirán el próximo jueves van a determinar parámetros para «las paritarias de los empleados públicos», incluidos los docentes.