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Una propietaria de galgos de carrera cuestionó que se prohíba esta actividad mientras que en “el hipódromo, el pato y el polo son aceptables para los legisladores que votaron a favor de la norma».

“Todo lo que se ha dicho -tanto en el Congreso como en la televisión- son mentiras. El galguero destina toda su vida al bienestar de su perro y no hay maltrato”, dijo Andrea Tejeda, autora de la página «A puro galgos» en diálogo con LT8 de Rosario.

Tras un tenso debate que fue acompañado por incidentes en los exteriores del Congreso entre proteccionistas y galgueros, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto para prohibir las carreras de estos perros en todo el territorio argentino.

La norma castiga con penas de hasta cuatro años de cárcel y multas de hasta 80.000 pesos a quien realice, promueva u organice la actividad.

“Me parece increíble semejante pena, y que por cuidar un perro, por hacer lo mismo que hace un burrero, la pena sea mayor que por (provocar) un accidente (de tránsito). Lo mismo que hacen en el hipódromo, lo hacemos nosotros acá: nos desvivimos por tener animales y no es justo que por tener una tradición y disfrutarla tengamos que ir presos”, dijo.

En línea con la argumentación de la diputada kirchnerista Diana Conti, Tejeda consideró que es una cuestión de “clase social” la que llevó a los legisladores a prohibir las carreras de galgos mientras se siguen permitiendo el turf y otras competencias con animales.

“Esta es una tradición, los galgueros venimos hace años haciendo esto pero lamentablemente somos de clase media baja y para los porteñitos no es aceptable que la plebe tenga una tradición mientras que el hipódromo, los caballos, el pato, el polo, sí los son; y no las he visto a ninguna de las proteccionistas reclamar porque les pegan con la fusta”, dijo.

“No me digan que no es un tema de clase social y político porque lo es y ayer quedó bien marcado”, arremetió.

Tejada adelantó que presentará un recurso de amparo contra la ley aprobada allá y advirtió que “vamos a hacer todo por la regulación”.