El verano francés se ensombrece y, ante el riesgo de atentados, las precauciones derivaron en cancelaciones de una serie de espectáculos al aire libre y la caída de los turistas, asustados por el estado de emergencia prolongado en el país.
Después de París, que en los días pasados renunció a sus dos más destacadas reseñas de cine al aire libre y evitó tornar peatonal los Campos Eliseos, hoy fue Marsella la que anunció la cancelación del show de las Patrullas de Francia, la patrulla acrobática de la aviación transalpina.
La cita estaba prevista para el próximo 13 de agosto e insinuaba una concentración de miles de personas, todo un riesgo para la seguridad.
La decisión fue tomada por el alcalde, Jean-Claude Gaudin, en acuerdo con la prefectura, a causa de la gran afluencia a lo largo de la costa que la exhibición generalmente atrae, y que habría requerido el uso de «medios humanos considerables» en un momento en el que las fuerzas de seguridad y militares de la operación Centinela están ya bajo fuerte presión.
Motivaciones similares se extendieron al municipio de La Baule, conocida localidad balnearia sobre la costa atlántica, que canceló el tradicional espectáculo de fuegos artificiales de agosto (una fiesta de carácter laico celebrada el 15 de ese mes) y que cada año convoca a decenas de miles de personas.
«A pesar de que no hay amenazas específicas contra la ciudad, se necesita vigilar, sin caer en la psicosis. No hay dudas de que los habitantes entenderán estas medidas de seguridad», explicó a la prensa local el alcalde, Yves Metaireau.
Los eventos cancelados son solo un aspecto por el momento difícil que vive el turismo en Francia, que se vio acrecentado solo en parte por el convocatoria del público por la Eurocopa de fútbol. Según cifras de la empresa de marketing y consultora MKG Group, París y la Costa Azul en julio registraron una baja de reservas en sus hoteles de casi el 14% respecto al mismo período del año pasado, con numerosas cancelaciones sobretodo por parte de estadounidenses, japoneses y coreanos, «más sensibles en cuestiones de seguridad».
A esta tendencia negativa resisten en cambio las áreas más rurales del país, y en general los lugares de vacaciones inmersos en la naturaleza y la lejanía de la multitud.
L’Auvergne, región de la Francia central conocida por las colinas verdosas y los lagos nacidos en cráteres de antiguos volcanes, registró un incremento de asistencia del 14,5%. Mientras las casas de vacaciones en la montaña, conocidas como «gites» (alojamientos), y el camping también tuvieron un aumento de reservas, incluso para agosto.
En tanto la compañía francesa Brittany Ferries está evaluando poner guardias armados a bordo de sus embarcaciones que cruzan el Canal de la Mancha en el marco de un operativo antiterrorismo.
Y hoy los pasajeros de un ferry fueron tomados por sorpresa y vivieron un momento de miedo por una ejercitación de efectivos franceses que abordaron la embarcación tras descender de helicópteros. (ANSA).
