jueves, marzo 28, 2024

Locales, Opinión

“Marchas y contra marchas de diseños de Políticas y Programas”

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Por Raúl Martínez

Con la idea de compartir conceptos es que intento dejar plasmado formalmente en este artículo algunas cuestiones que podría decir que son marchas y contra marchas de diseños de políticas y programas que fueron pensadas para el distrito con éxito otras sin llevar a cabo o que en el transcurrir del tiempo ni siquiera fueron tenidas en cuenta.

Gestionar es planear acciones, conducirlas, ejecutarlas y evaluarlas, este artículo no pretende cerrar el debate sino, por el contrario, abrirlo hacia nuevas formas o perspectivas de estableciendo relaciones posibles entre los problemas.

En el distrito muchos planearon y programaron acciones con prácticas que suponen teorías con saberes culturalmente significados y socialmente aceptados. Prácticas de gestión que intentaron cambiar las condiciones reales en las que esas prácticas tenían lugar y la consideración habitual que nuestra sociedad tiene de ese saber.

Existen seguramente cantidad de propuestas acerca de cómo encarar los problemas de la gestión o cualquier otra práctica que si bien son innovadoras en cuanto a la información que aportan pretenden mantener algún grado de estado natural. Pensar o proponer prácticas que cambien o prácticas que naturalicen como opción permite abrir la reflexión y análisis crítico es una opción interesante.

Por tal motivo el diagnostico constituye el primer contacto con la realidad que vamos a gestionar, conformando una primera aproximación, una primera mirada que nos permite recoger información acerca de problemas y dificultades para trabajarlas.

Pudiendo considerar los aspectos históricos, políticos, culturales o contextuales, disciplinares, operativos, entre otros intentando reflejar una manera posible de organizar la información.

Las representaciones que tienen las personas de sí mismo que son las creencias, las ideas, conceptos, valoraciones de si lo hacen y como lo hacen de acuerdo a las reglas, usos, técnicas tienen ejes importantes como lo son el saber, el poder y lo ético.

De cualquier manera los proyectos logrados se mantienen en el tiempo en cuanto estén institucionalizados, incorporados a las prácticas de los sujetos, esto más allá de los movimientos históricos que sobreviven actualmente en organizaciones.

Teniendo en cuenta que la burocratización y el exceso de reglamentaciones fueron herramientas indispensables para ejercer cierto tipo de control y disciplinamiento social. Aunque las instituciones con su identidad, tradición, regularidades y reglas de juego permanecen de pie con sus lógicas particulares.

El desafío entiendo es pretender trabajar con las culturas consistiendo en tender puentes entre prácticas y normativas que nos permitan transitar una construcción colectiva.

Para ello este artículo pretende dar pie para el análisis de elementos que son parte de un todo como el conjunto de prácticas, creencias, instituciones, costumbres, hábitos, que deben considerarse en esa construcción.

Pensar es siempre una tarea colectiva, como también todo discurso tiene necesariamente concepciones sobre la política, el sujeto y el cuerpo.

Seguramente muchas de las prácticas han sido objeto de la política que ha quedado presa del poder centralizado sin lograr generar alternativas para la construcción colectiva que demandaron las comunidades como otras con demandas comunitarias que nunca llegaron a buen puerto.

A la luz de la historia, siempre está la ilusión de que el distrito recupere parte del pasado no solamente como memoria, sino pensando en revertir esos discursos dominantes en transformarlos en prácticas innovadoras.

La realidad es compleja y difícil como también el saber es subjetivo vinculado a lo personal, pero circulante y elaborado social y culturalmente ligado a los cambios que funciona o no en una realidad determinada con un sujeto determinado donde siempre se actualiza el saber.