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Por Miguel Abálsamo.

Muchos políticos terminadas las elecciones, donde algunos fueron candidatos y nos les fue bien, se miran al espejo sin entender la realidad preguntándose… ¿Qué abre hecho para no ser votado?

Pasado un tiempo reiteran esos errores, dejando en claro que aquel concepto… «el hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra», equivale a la realidad.

Agregaría… «muchos políticos tropiezan varias veces con diferentes piedras, dejando de lado la metáfora, esas piedras son los ciudadanos que en cada elección coloca las cosas en su lugar, en ese cuartito oscuro donde reina la soledad, la memoria y la decisión.

Nuestros políticos lugareños pasan rápidamente, algunos sin dejar huellas, otros son sólo recuerdos, algunos pretenden volver y se estrellan con lo real y otros creen que la forma de hacer política es obstaculizar, subirse al púlpito sagrado, erigirse en dioses que lo saben todo, sin estrenar en algún momento el baño de la humildad.

La historia de la democracia necochense en estos más de 30 años ha dado prueba fehaciente de todo esto, borrando de la escena a muchos, olvidando prontamente a otros, expulsando con el voto popular a tantos que creían tener futuro. Muchos quedaron en sus casas, otros tratan de pasar desapercibidos, y el mal mayor para sus propias personas la cometen los insistentes, los que creen lo que no son, o los que corren para llegar a ningún lado.

Son minorías insignificantes, habladores de ocasión buscando protagonismo momentáneo para mostrar una imagen y vigencia inexistente, simples «parlanchines» de desafortunadas frases, carentes de demasiado sentido, inoportunas, que pueden producir un eco momentáneo pero terminan careciendo de contenido, muchos menos ante la desconfianza ciudadana para quien las emite.

«Se puede engañar mucha gente poco tiempo,

se puede engañar poca gente mucho tiempo,

no se puede engañar a todos todo el tiempo…», es una de los más grandes conceptos que inmortalizo por los tiempos el ex presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, habiendo esgrimido muchos años antes algo parecido había esgrimido otro ex presidente, Abraham Lincoln.

En nuestro distrito tenemos un elenco estable, propiciadores del «no» y utilizadores de la famosa «maquina de impedir», que de vez en cuando salen a la superficie tratando de engañar por algún tiempo a varios, dura poco, como un castillo en la arena con el agua llegando por la crecida, la verdad queda al desnudo y el rey se ve como es, desnudo, tal cual un disminuido coro de políticos habladores con escaso fervor popular.

Hay otra política y otros políticos.

El ciudadano obliga a nuevas formas en la política sin dejar de lado las convicciones, discusiones profundas que hacen al fortalecimiento de la democracia, hundiendo en el fango a los que buscan réditos personales por sobre lo colectivo intentando dividir a la sociedad o colocando vidrios en el camino de aquellos que intentan traer aires frescos a nuestra vida cotidiana.

Necochea tiene futuro en sus dirigentes, comenzando por el actual intendente doctor Facundo López, y una serie de dirigentes de diferentes vertientes ideológicas, oficialistas y opositores, que manteniendo sus identidades aportan al bien común y a un proyecto de ciudad que nos contemple a todos.

Jóvenes apariciones como el contador Francisco Medina, presidente del bloque del Frente para la Victoria, quien desde una posición no oficial apoya lo coherente y proyecta ideas nuevas para lo que considera no eficiente,  funcionarios actuales del doctor López, caso Jimena López en Política Social, trabajando incansablemente para organizar el área y llegar con posibilidades a los más humildes, anunciando que cada comedor escolar tendrá cumplidas sus necesidades con presencia estatal coordinando, corrigiendo lo que haya que hacer y ratificando el aporte social , el joven economista Subsecretario de Producción, Donald Macleod con un mensaje claro en cuanto al aporte privado como dinamizador de la comunidad y el estatal como soporte, ambos generando empleos armonizando capital-trabajo dentro de un contexto capitalista.

Mención especial para el equipo económico encabezado por el licenciado Jorge Mancuso, que tal vez le toca lidiar con la más difícil dentro de una herencia para nada envidiable que le tocó recibir al Frente Renovador en la Municipalidad.

Se comenzó a abonar, a pesar de las dificultades, los sueldos en la primera semana de cada mes, se evita pedir prestamos cada mes para pagar salarios, comenzó el equipo económico a saldar deudas con numerosos proveedores, y esta dispuesto con decisión finalizar las auditorías de cada área para comunicarle a la población el autentico estado en que se encuentran las finanzas, los ajustes que hay que hacer y los desajustes que se van encontrando.

El municipio, después de mucho tiempo tiene un rumbo, lo marca el intendente y su equipo, pero también la presencia de dirigentes opositores comprendiendo que la prioridad es el desarrollo y crecimiento local, siendo  columnas que sirven para coadyuvar en el presente.

Un trabajo en conjunto con la Usina Popular Cooperativa y el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén son imprescindibles en la coyuntura viviente, máxime cuando al frente de las mismas encontramos mentes abiertas dispuestas a contribuir al conjunto como Antonio Vílchez en la Cooperativa Eléctrica y el ingeniero Mario Goicoechea en Puerto Quequén.

Hombres como el licenciado Ricardo Calcabrini, actualmente con su bloque unipersonal Confianza Necochense, Ernesto  Mancino de Cambiemos, la edil Marisa Roldán, entienden la realidad del momento sin atarse a proyectos individuales.

Incluyo en la lista de racionales hombres de la ciudad, a los dos diputados provinciales de Cambiemos, arquitecto Roberto Rago y Martín Domínguez Yelpo, abridores de puertas bonaerenses, a quienes debemos utilizar permanentemente ante las necesidades del distrito.

Hay una larga lista de dirigentes que saben que el acto eleccionario próximo puede esperar, ya vendrá el tiempo de las candidaturas del 2017, algo lógico en democracia, priorizan otras cuestiones más profundas y que hacen al mejoramiento de la calidad de vida del habitante diario, que lejos de interiorizarse por las discusiones estériles e inconducentes solamente quiere mejorar junto a la sociedad, nadie puede realizarse individualmente en una sociedad que no se realiza.

Es por eso que muchos dirigentes políticos caminan en vereda diferente por donde transita la gente cada día, y algunos se alejan cada vez más, ya a esta altura aparecen como invisibles, tan solo son apariciones fugaces a contramano del futuro que aguardamos.

Queremos un distrito en unidad, alimentando la llegada de nuevas inversiones, revitalizar todo el Complejo Casino, se dice que existen interesados muy firmes, traslado de la sala de juegos a un hotel como viene pensando el intendente López, dándole vida a otro sector de la villa balnearia, pensar seriamente en el futuro del Jardín de Rocas, reestructurar la rambla, futuro techado del Anfiteatro del Parque para darle actividad todo el año, proyectar la nueva Terminal de Ómnibus, utilización de toda la zona ribereña para fomentar los balnearios de río, abrir nuevas posibilidades de concesiones, apertura de nuestros frentes costeros, dinamizar toda la zona de Quequén lindante al Golf Club, lugares de futuras inversiones (se dice que el propio Marcelo Tinelli, visto en Quequén junto a su esposa la necochense Guillermina Valdés, habría preguntado por la zona mostrando su interés), y no olvidarnos del nuevo puente a levantar  uniendo Necochea-Quequén, sin olvidar el levantamiento de un edificio en avenida 59 y 2, para concentrar allí todas las empresas importantes relacionadas con nuestro Puerto Quequén.

Nuestro distrito tiene derecho a soñar, con todas las posibilidades que cuenta.

Ya  puso la primera y se arrancó, el camino no es fácil pero se comenzó a transitar, cuando un pueblo se decide a cambiar es imparable.

Atrás quedarán noches negras de nuestra política en los últimos años, que nos ha descendido al Infierno del Dante.

Atrás quedarán también los últimos estertores mascullando bronca y queja, no hay espacio para esos políticos de verba fácil y de poco trabajo.

O se adaptan a las nuevas épocas o serán sonámbulos, que andarán, se levantarán y hablarán  viviendo en un sueño, alejados de la vida real y el mundo exterior.

Son los políticos que están solos y desesperan.