Luego del quiebre a principio de año del bloque del FpV en el Senado de la provincia de Buenos Aires y tras el reciente alejamiento de Diego Bossio y un grupo de diputados justicialistas a nivel nacional, ahora asoma una nueva situación de quiebre en la provincia.
La primera gran tensión en el bloque de diputados del FpV se produjo durante la discusión sobre el presupuesto 2016, en la cual un grupo de legisladores provinciales peronistas, decidieron votar el artículo sobre endeudamiento en disidencia con la conducción del bloque, en manos del camporista José Ottavis.
La división en el bloque del FpV se profundizó luego de que un grupo de 13 legisladores, conducidos por el diputado Walter Abarca, presentaran un pedido de amparo ante la justicia contra el aumento de las tarifas eléctricas.
El amparo se presentó ante el Juzgado Federal N° 2 a cargo de Adolfo Gabino Ziulu, y fue firmado por los legisladores Eva Ramírez, Valeria Amendolara, Andrés Quinteros, Mariano San Pedro, Alejandra Martínez, Liliana Pintos, Marcelo Feliú, Manuel Elías, Mauricio Barrientos, Alicia Sánchez y Ricardo Moccero.
Según allegados al sector no camporista del bloque, la conducción de José Ottavis está desgastada y plantean que lo que realmente está en juego es si el bloque es conducido por teléfono por Cristina Fernández de Kirchner o si, en cambio, responde a las decisiones estratégicas del peronismo de la provincia.
La estrategia del «Grupo de los 12» es avanzar en definiciones políticas sin consultar a Ottavis, ni al resto de los diputados de La Cámpora. Hasta el momento, no se sabe qué ocurrirá con la conducción del bloque, pero sí está claro que no hay una posición unificada y será clave la negociación por el reparto de las comisiones, en la que el FpV está quedando fuera de las principales.