Con gol de Rodrigo Mora de penal a los 35 minutos del segundo tiempo, el equipo de Gallardo derrotó 1 a 0 al de Arruabarrena y, por haber ganado también en Mar del Plata, se quedó con la copa Luis Nofal.
Volvió a festejar River. Volvió a ganarle a Boca 1-0, nuevamente con un gol de penal y tras un partido parejo en el que supo corregir los errores del primer tiempo y mejoró mucho con los ingresos de Driussi y Pity Martínez.
Para Boca fue la gota que rebasó el vaso de un verano para el olvido. Para River, una caricia más de la mano de Marcelo Gallardo, ese especialista en partidos importantes que volvió a dar en las teclas justas.
Después del escandaloso clásico jugado en Mar del Plata, Boca y River se volvieron a ver las caras en Mendoza. Con todos los condimentos que había dejado aquel choque, con los cruces violentos, suspendidos, el triunfo claro de River, las dudas de Boca y la certeza de que no existen los amistosos entre estos dos equipos.
El Vasco Arruabarrena metió un volantazo tras un verano sin luces y con derrotas dolorosas: tres centrales en el fondo (el juvenil Moreno, Tobio y Rolín) y los laterales volcados al medio, Peruzzi por derecha y el debut de Frank Fabra por izquierda. En River, también había novedades ya que Ponzio se retrasó para ocupar el lugar del suspendido Maidana en la zaga y Nico Domingo también bajaba para formar línea de tres en la salida.
Cuando parecía que el partido estaba destinado al cero, Sebastián Palacios le cometió un penal muy infantil al Pity Martínez (se lo llevó puesto cuando el jugador de River controlaba la pelota tras un rechazo en un balón parado) y Mora puso el 1-0 para River. Ahí estuvo la diferencia.
Cuando Boca fue superior no pudo concretar. Jugó mejor el primer tiempo pero no contó con buenas actuaciones de sus jugadores de ataque, en especial Tevez. Lo de River, en cambio, fue de menor a mayor. Creció con los cambios otra vez. Neutralizó las subidas de los laterales y consiguió frescura con los ingresos de Driussi y Martínez.
Otra vez de la mano de Gallardo. Otra vez festejó River.