En su mensaje publicado en las vísperas del comienzo del Foro Económico de Davos, el pontífice aseguró que la «tecnologización» de las economías globales y nacionales ha tenido como consecuencia «menos oportunidades para un empleo satisfactorio y digno».
«Hay una clara necesidad de crear nuevas formas de actividad empresarial que, mientras fomentan el desarrollo de tecnologías avanzadas, sean también capaces de utilizarlas para crear trabajo digno para todos, sostener y consolidar los derechos sociales y proteger el medioambiente. Es el hombre quien debe guiar el desarrollo tecnológico, sin dejarse dominar por él», sostuvo Francisco en el texto escrito el 30 de diciembre pero dado este miércoles por la Santa Sede.
«¡No se olviden de los pobres! Este es el principal desafío que tienen ustedes, como líderes en el mundo de los negocios», demandó a los principales empresarios del mundo.
«Llorar por la miseria de los demás no significa solo compartir sus sufrimientos, sino también y sobre todo, tomar conciencia de que nuestras propias acciones son una de las causas de la injusticia y la desigualdad», subrayó el Pontífice a los congregados en Davos.
«Como he señalado muchas veces, y lo reitero ahora con mucho gusto, la actividad empresarial es `una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos`, especialmente `si entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común`», agregó Francisco citando su encíclica Laudado Si`.
«Como tal, tiene la responsabilidad de ayudar a superar la compleja crisis de la sociedad y del medio ambiente, y luchar contra la pobreza. Esto hará que sea posible mejorar la precaria condición de vida de millones de personas y cerrar la brecha que da lugar a numerosas injusticias, que erosiona los valores fundamentales de la sociedad, como la igualdad, la justicia y la solidaridad», demandó también.
«Los albores de la así llamada `cuarta revolución industrial` han sido acompañados por una creciente sensación de la inevitabilidad de una drástica reducción del número de puestos de trabajo. Los últimos estudios conducidos por la Organización Internacional del Trabajo indican que, en la actualidad, el desempleo afecta a cientos de millones de personas», precisó Francisco en la misiva.
«La `financialización` y la `tecnologización` de las economías globales y nacionales, han producido cambios de gran envergadura en el campo del trabajo», lamentó el Santo Padre.
En ese sentido, puso el énfasis en algunas consecuencias como «menos oportunidades para un empleo satisfactorio y digno, conjugado con la reducción de la seguridad social, están causando un inquietante aumento de desigualdad y pobreza en diferentes países», alarmó el Papa en esa dirección.
Por último, en la carta dirigida a Klaus Schwab, presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Francisco renovó sus «mejores deseos para el éxito de la próxima reunión en Davos».