A través de su cuenta de Twitter, la ex jefa de Estado destacó la importancia que la obra de Santa Cruz a cargo de la china Gezhouba, Electroingeniería e Hidrocuyo, que aportará 1740 MW de potencia hidroeléctrica.
La ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner cuestionó el miércoles la posible interrupción de la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que dejó trascender el presidente Mauricio Macri el domingo pasado a través del diario Clarín.
A través de su cuenta de Twitter la ex jefa de Estado seleccionó fragmentos de una publicación del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) para manifestar su disconformidad.
Página/12 publicó el lunes pasado que la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y un grupo de intendentes de la provincia solicitarán una reunión con el gobierno nacional para manifestar su preocupación.
La obra fue adjudicada en agosto de 2013 a un consorcio integrado por China Gezhouba, Electroingeniería e Hidrocuyo, firmas que ayer emitieron un comunicado donde aclararon cuáles son las características del proyecto y cómo fue el proceso licitatorio.
Además, aseguraron que “continuar con las obras significa mantener abierta la relación virtuosa lograda con la segunda economía del mundo”, en referencia a China.
El diario Clarín publicó un artículo en el que informó que el lunes pasado el presidente Macri recibió a Cristine McDivitt, viuda del empresario fallecido Douglas Tompkins, y a Sofía Heinonen, referente de Conservation Land Trust, una ONG fundada por el norteamericano.
En ese encuentro, Macri les preguntó qué pensaban sobre las represas que se están construyendo sobre el río Santa Cruz y luego de que ambas mujeres manifestaran su oposición el Presidente supuestamente declaró: “Hicimos un estudio y vimos que las represas están en el puesto número veinte entre las mejores formas de conseguir energía.
Es decir, antes hay 19 opciones más viables, limpias y económicas (…) Vamos a intentar pararlas”. Clarín afirma en la nota que el ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, fue quien les confirmó todo lo ocurrido. “Todos sospechamos que detrás de esas represas hubo un negociado (…) Lo que pueda pasar, aún está por verse”, declaró Bergman a Clarín.
En respuesta a esta situación, Cristina Fernández de Kirchner tuiteó un artículo de Federico Bernal, titular de Oetec, quien afirma que “llama poderosamente la atención que el Presidente valore más la opinión de la señora Tompkins en relación al supuesto daño medioambiental que las represas ocasionarían a la provincia de Santa Cruz, que la legislación provincial, las resoluciones de la audiencia pública realizada el 9 de diciembre (y su casi centenar de exposiciones de especialistas, miembros de ONG y pobladores), los ingentes beneficios socioeconómicos y energéticos que las represas significarán para Santa Cruz y el país”.
A su vez, la china Gezhouba, Electroingeniería e Hidrocuyo recordaron ayer que las represas aportarán 1740 MW de potencia hidroeléctrica limpia y renovable, beneficiando la diversificación de nuestra matriz energética, hoy basada mayoritariamente en Centrales Termoeléctricas (combustible fósil).
Las empresas remarcaron también que de la licitación pública internacional participaron 23 firmas de 5 países (China, Corea, Rusia, Argentina y Brasil), agrupadas en 5 consorcios.
“Nuestra oferta estuvo 25 por ciento debajo del presupuesto oficial y 23 por ciento por debajo del segundo oferente, con un financiamiento sin precedentes del 100 por ciento del monto total de la obra a una tasa de interés aproximada del 6 por ciento anual”, agregaron.
En el comunicado también informaron que del financiamiento por 4700 millones de dólares aportados por tres bancos chinos, CDB, ICBC y Bank of China, el 77 por ciento ingresará al Banco Central a lo largo de la construcción, fortaleciendo las reservas y aclararon que el crédito se repagará con la venta de la energía de las centrales, desde su inicio y hasta los 15 años de iniciado el contrato.
“Esta generación permitirá el ahorro de aproximadamente mas de 1000 millones de dólares anuales en concepto de importación de combustibles, generando un nuevo saldo positivo luego del repago del crédito de más de 3500 millones de dólares”, remarcaron.