Por Luciano Lescano*
A sólo 13 días de la asunción del Presidente Mauricio Macri nos encontramos con que la realidad, lamentablemente, nos da la razón con respecto al plan económico implementado por el nuevo gobierno.
Fue nuestro candidato a presidente, Daniel Scioli, quien advirtió durante el debate presidencial que “detrás de la palabra CAMBIO, hay una gran mentira.
La palabra cambio puede entusiasmar, pero cuando se le saca el velo, aparece el libre mercado, el ajuste, la devaluación, el libre mercado y el endeudamiento”.
Hoy presenciamos una brutal devaluación del 40 % que implica transferencias de riqueza de los que menos tienen a los que más tienen, de los trabajadores y jubilados a los sectores agroexprotadores multinacionales y financieros.
Este AJUSTE que hoy denominan SINCERAMIENTO, no es más que neoliberalismo puro. El Estado se desentiende de la regulación del precio del dólar y del precio de los bienes de la economía y el Mercado hace el trabajo que sabe hacer.
A este shock de medidas en contra del PUEBLO argentino se suma la quita de retenciones, que implica una transferencia de ingresos hacia los exportadores de soja, girasol, maíz y trigo de 128.868 millones de pesos, según detalló el economista de Unidad Popular, Claudio Lozano.
El valor del dólar oficial sumado a los precios externos generará, aunque Prat Gay lo niegue, una suba de los precios internos en productos tan importantes para la economía doméstica de los argentinos como la harina y la carne, que ya venían subiendo antes de la asunción de Macri ante la promesa de la devaluación esperada.
Fue Etchevere, Presidente de la Sociedad Rural, quien dijo de manera frívola que al lomo “el común de los argentinos no le encuentra gusto, generalmente lo comemos cuando queremos bajar de peso o estamos saliendo de alguna enfermedad” para justificar la apertura irrestricta del mercado.
Y así el sueño de De Angeli de un lomo a $80 se ve superado ampliamente por Los precios actuales. Solo les faltó decir que los argentinos debemos nos acostumbrarnos a las sobras, como en épocas coloniales.
Lo cierto es que en tan solo dos semanas de gobierno, aquellos que teníamos la mínima esperanza de una derecha moderna y republicana, tuvimos que toparnos con las viejas recetas de Cavallo y sus discípulos, sumado al hecho inesperado del Presidente Macri de nombrar dos jueces a dedo para la Corte Suprema de Justicia, un acto inédito en estos 32 años de DEMOCRACIA y por lo tanto poco republicano.
Se han vivido días difíciles y se seguirán viviendo muchos más si el Presidente cree que mediante el uso de la fuerza y la represión de los trabajadores se solucionan los conflictos laborales, hoy fue Cresta Roja, mañana pueden ser Pymes, si el rumbo del gobierno profundiza el modelo de medidas económicas que ponen en riesgo el Trabajo, la Producción y el Ahorro argentino.
Por estas horas nos toca asumir el rol de una oposición política fuerte, plural y democrática junto a nuestro pueblo, junto a las organizaciones sociales y políticas, junto a los sindicatos, junto a los trabajadores que han decidió no venderse a sus patronales. Considerando, hoy más que nunca y como peronistas, que aquella máxima del General Perón sintetiza la actual coyuntura: “La economía nunca es libre, o la controla el Estado en beneficio del pueblo o queda en manos de las corporaciones”
*Referente del Movimiento Evita Necochea Quequén