Mientras que en muchos países recién se incorpora la red 4G para comunicaciones móviles, en otras partes del mundo ya se habla de la venidera generación, la 5G. Por el momento, especulan que estará a prueba una versión 4,5G ¿De qué se trata?
A poco de cumplirse un año de que la red 4G LTE haya desembarcado en la Argentina y que con ello se cumpla el sueño de conectar por este medio a casi toda latinoamerica, en el mundo ya se está hablando de una nueva red con otras particularidades.
3G, 4G y 5G, mucho se está diciendo al respecto por todos lados. Las operadoras instalan torres para poner en funcionamiento esta red, los gobiernos hacen convenios para que se pueda utilizar esta conexión diez veces más veloz en la vía pública y los consumidores van tras los dispositivos que prometen la vorágine de la nueva era. Pero sin que cierre acaso un ciclo, se habla de algo más novedoso aún y con mayores beneficios. ¿Pueden convivir todas estas redes?
Dando por sentado que ya varias personas se están interiorizando en cuáles son las mejores que ofrece el 4G LTE, además de la velocidad y qué tipo de telecomunicaciones optimiza, se puede entender que tanto el 3G, como 4G y 5G pueden convivir satisfactoriamente, y que si llega al mercado una nueva generación es que se está descongestionando a la anterior y así sucesivamente. Sin embargo, hemos dejado de hablar de las generaciones primeras (1G y 2G) y es porque las tecnologías cambiaron rotundamente y los estándares ahora son otros. Si te preguntás si pasará eso con las actuales redes, pues la respuesta la encontraremos con el tiempo y no ahora justamente.
Del 4G al 5G, el 4,5
Argentina es uno de los últimos países latinoamericanos en incorporar la tecnología 4G móvil y según el informe elevado por OpenSignal su despliegue es suficiente para el tiempo de vida que tiene (sólo once meses) pero la prestación del servicio está por debajo de la que brindan países vecinos como Brasil, Uruguay, Chile, Colombia y Perú.
Al respecto, la gerente de Publicidad y Marca de Movistar, Raquel Haymes, dijo al diario Los Andes que hay que “destacar que OpenSignal compara el estado actual de la red en Argentina con el estado actual de redes en países que llevan mayor tiempo (algunos arrancaron en 2011). Sería bueno saber cómo era el servicio de 4G en esos lugares durante los primeros 10 u 11 meses”.
Aun así, ya son tres millones de usuarios los que utilizan la actual red 4G y los que al darse por enterados de que una nueva conectividad está en puerta se alarman pensando que hay que cambiar el chip del teléfono, que el plan será otro o que se validarán aumentos indebidos en las cuotas mensuales. Pues no.
Las numeraciones acompañadas de la letra G son, en definitiva, nombres fantasía que reciben las distintas versiones de tecnología de banda ancha móvil, ninguna reemplaza a la otra pero sí presenta mejoras distintas una de otra y se presenta en diferentes canales.
En esta ocasión, Brasil estará estrenando la novedad en lo que va de diciembre y hará las primeras comparaciones en el mercado latino con el funcionamiento de la anterior. Aseguran que hacia el 2020 un nuevo estándar llamado 5G estará listo como para dar conexión a Internet a los diferentes dispositivos móviles.
Pero como falta mucho para esa fecha, se está elaborando un nuevo e impensado estándar y es el 4,5G LTE Advanced Pro que permitirá conexión de 20 megabytes por segundo, bastante por encima de los 12 megabytes de promedio que actualmente se manejan en el mundo para la cantidad de información que se carga y descarga en el uso de internet móvil.
Según se pudo saber, la tecnología 5G que se está gestando estaría destinada a mejorar la convivencia de las máquinas inteligentes agrupadas en la Internet de las cosas, es decir, brindarles buena conectividad a todos aquellos dispositivos que ofrecen autonomía, de alguna manera, por medio de la conexión a internet.
De cara a recibir cada vez más accesorios, terminales y equipos conectados, probablemente en menos de un año estemos plagados de millones y millones de datos dando vueltas por las nubes. Es necesario que, si acaso empiecen a funcionar las ciudades inteligentes, también estas tengan una red que les garantice la velocidad de transmisión de datos necesaria.
Mientras tanto, la generación 4,5 brindará una latencia menor de 10 milisegundos, un 30% más de ancho de banda y más interacción con WiFi. Lo positivo es que se piensa en que la infraestrucura que actualmente se utiliza para la conectividad 4G sea potable para instalar la nueva 5G.
¿Para cuándo el 5G?
Las versiones auguran que hacia el 2020 estaremos conectados con la quinta generación, sin medias tintas, y hasta se espera que sean los Juegos Olímpicos de Tokio, el gran evento que inaugure todas las facultades de transmisión.
Entre los beneficios que serán más visibles, los usuarios de la nueva tecnología podrán apreciar películas por streaming de alta definición y se hasta se podrán garantizar la realización de prácticas por telemedicina, algo así como la realización de cirugías a distancia sin inconvenientes de latencia que pongan en riesgo una vida.
El tráfico de datos es un problema que suma cada vez más preocupaciones y que con la gestación de un nuevo canal de conectividad se busca resolver. Ante un mundo en donde convivirán unos 25 mil millones de dispositivos conectados, según informa la Unión Internacional de Telecomunicaciones, hay que construir lo necesario como para que tanta maquinaria siga siendo útil para la humanidad.