Por Horacio Castelli
Cada vez que se discute sobre las intervenciones en el Parque Miguel Lillo, comienzan los agravios hacia quienes defienden su integridad y piden responsabilidad en las decisiones que se toman sobre este espacio creado por el hombre desde el año 1946.
La última discusión planteada en torno al Parque se debió a la instalación de una cancha de hockey de césped sintético, sin un estudio previo de impacto ambiental y decidido sin los pasos administrativos legales respectivos.
Lo más incomprensible es que la donación de la cancha se había concretado en el mes de abril y recién en este mes de septiembre se decidió talar árboles del Parque sin informar a la comunidad y a los concejales de tal medida.
Hay estudios científicos de Universidades Nacionales que recomiendan realizar estudios de impacto ambiental antes de decidir la instalación de algún emprendimiento dentro del Parque Miguel Lillo.
Quienes están alertas ante cada decisión de intervenir dentro del mismo, piden mayor responsabilidad.
Por lo tanto, quienes agravian, minimizando la participación de sectores que previenen las graves consecuencias que pueden tener las intervenciones irresponsables, no entienden el alcance de las decisiones irresponsables.
No se pueden realizar intervenciones sin estudios previos en un lugar tan delicado como el Parque Miguel Lillo, y quienes tienen conocimiento de esta realidad y han leído los informes respectivos, tienen la responsabilidad de alertar y no de callarse la boca.
Quienes quieran avanzar sin más, en la construcción de todo tipo de emprendimientos, se harán responsables de las graves consecuencias de su accionar.
Allí está la realidad de esta discusión. Que sean positivas y sin agravios. No hay fanáticos, ni fundamentalistas, ni máquinas de impedir.
Hay ciudadanos que con responsabilidad alertan los problemas ecológicos que puede ocasionar el accionar irresponsable de algunos.
Noticias relacionadas
Gestiones de Arturo Rojas en La Plata
Este tema es mas o menos igual que el caso de la cancha de Rugby detrás del Casino. Nos enteramos cuando ya habían talado todo, y ¿cuando replantaron ? solo uno o dos arbolillos, el daño estaba hecho.-
que gorila sos
Lo que sucede, es que los funcionarios del ejecutivo, algunas con MUCHA EXPERIENCIA, apelan al apuro de último momento y juntando gente en la barra (incluyendo niños), para lograr hacer sus pingues negocios. Y, lo triste, es que los concejales, algunos candidatos a intendentes, con tal de salir en la foto y aplaudidos se prenden y les importa nada si la cosa es buena o mala para el parque, para la ciudad y para los necochenses