Por Ignacio Chausis y Leandro Renou
El FIFAgate desnudó los mecanismos que el poder concentrado utiliza para sobornar, evadir y fugar. Empresas fantasmas, paraísos fiscales y gastos desorbitados salen a la luz mientras la justicia norteamericana detiene a los 14 dirigentes y empresarios del fútbol imputados. La trama argentina del caso muestra un micromundo de nuevos ricos, redes infinitas de negocios y un formato estándar de lavado tan viejo como complejo de rastrear. Seguir leyendo…