Por Horacio Castelli
Las palabras de los concejales esnaola y Diez calificando a los vecinos que se hicieron presentes en la sesión del HCD el jueves 11 de «marginales» muestran públicamente un pensamiento arraigado en ellos al igual que otros ediles que creen pertenecer a una élite.
No fue un exabrupto de Diez y esnaola, de ninguna manera. Es lo que realmente piensan desde hace tiempo y los conduce a realizar todo tipo de acciones, muchas de ellas, cercanas a lo inconstitucional.
No solo piensan que algunos vecinos son «marginales», están absolutamente convencidos que hay políticos que son «marginales» y que no merecen ostentar cargos públicos.
Lo demostraron con sus declaraciones a poco de asumir el intendente Horacio Tellechea, a quién menospreciaron desde siempre y le faltaron el respeto a pesar de ser investido en su cargo por los votos de la ciudadanía.
En el derrotero deliberativo de ambos concejales radicales no podemos encontrar proyectos que estén presentados pensando en el mejoramiento del distrito y sus habitantes.
Todos los proyectos conllevan una mirada político-partidaria-personalista y que intentan posicionar temas que les reditúen beneficios.
Incluso esnaola fue funcionario con el cargo de Secretario de Gobierno, y no podemos recordar ninguna medida de trascendencia.
Ante esta expresión de puro corte discriminatorio no queda más que sentir pesar por quienes en tantos años de democracia y habiendo ya desarrollado durante tantos años cargos políticos rentados no sepan manifestarse de otra manera que menospreciando al prójimo.
Quizás la «marginalidad» a la que se refieren los dos concejales radicales tenga que ver con una visión tan parcial de la democracia y de tan corto vuelo, que crean que la política y sus cargos están reservados para un pequeño grupo de «entendidos».
Escucharlos, en definitiva, produce pena. Mucha pena.
Los funcionarios políticos actuales del ejecutivo y legislativo, han olvidado que deben representar la voluntad de los ciudadanos , y responsabilizarse a travéz de sus actos de gobierno de su bienestar y seguridad , entre algunas de las cuestiones atinentes al buen vivir de la gente. Se han abroquelado en su palacio de vidrio (ya no es de cristal) y dándose cuenta que no han cumplido con ninguno de los mandatos por los que fueron elegidos(los que fueron elegidos) tienen miedo de la gente, de sus reclamos , los molesta el ruido en los pasillos del concejo, mucho mas en la sala de sesiones. porque tienen miedo .La gente tiene que protestar mas, que reclamar mas, que hacerles sentir que no hacen su trabajo bien, que cobran demasiado por eso que no hacen ,que estamos disconformes y que queremos urgente un cambio !! Tenemos que sacudirnos el hastio, el agotamiento, el descreimiento y exigir lo que nos corresponde Sigamos presenciando las sesiones del concejo,cada vez mas gente , cada vez mas bullicio , cada vez mas presión, Tenemos que controlar que cumplan con su trabajo o que se vayan pronto!!
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Pla..pla..pla… creo que asi se aplaude.
Notable Horacio, es lo que yo pienso y no se decirlo o escribirlo.Plaplaaaa..
Soy marginal, no vote nunca a Esnaola, y eso que creo en muchas ideas del radicalismo.