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Por Ivana Romero

El Frente integrado por artistas e intelectuales de distintas disciplinas se reunió luego de su presentación oficial del 15 de mayo e hizo públicos los ítems que serán los pilares para establecer un marco jurídico que los exprese.

El Frente de Artistas y Trabajadores de la Cultura es un espacio «articulador y gestor de lazos entre la sociedad civil y sus expresiones artísticas, a través del ámbito de la política propiamente dicha», que se presentó formalmente en un acto realizado en la Biblioteca Nacional el 15 de mayo pasado. Allí se leyó el documento fundacional de esta iniciativa que venía tomando forma desde hace más de un año. En ese documento, además, se dejó en claro la defensa de «la voluntad política que generó un gran avance económico, social y cultural en la última década» a través de «un Estado generador y promotor de bienes culturales, que complementa la gran producción independiente y autogestiva de todo el país». En esa oportunidad el Frente –integrado por artistas e intelectuales de diversas disciplinas como Horacio González o Juano Villafañe– alentó la necesidad de delinear una Ley Federal de las Culturas como «el marco conceptual y jurídico que nos incluya y exprese a todas y todos». En esa oportunidad, se propuso avanzar en una serie de propuestas «tal como los 21 puntos que dieron lugar al primer borrador de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual». Y a ese trabajo se abocaron sus integrantes hasta ahora. Por esa razón, el miércoles a la noche la mesa de organización realizó una convocatoria abierta donde se leyeron estos 21 puntos que, según se explicó, de aquí en adelante se pondrán a consideración de referentes y colectivos culturales a lo largo y lo ancho del país. El encuentro se realizó en el bar Pan y Arte, de Boedo.

Los ejes temáticos que articulan estos 21 puntos conciben la cultura «como dimensión fundamental y estratégica para el desarrollo humano y como patrimonio de la identidad nacional» y allí están contempladas las diversidades y pluralidades «en contra de cualquiera discriminación política, social, racial, religiosa y de género». Somete a discusión la necesidad de establecer los alcances del «patrimonio cultural como bien tangible e intangible». También, «quiénes somos los sujetos sociales y espacios culturales» y de qué modo se participa «en términos individuales y colectivos» a través de «actividad pública institucional, actividad privada y actividad autogestiva y comunitaria». Este documento también apunta la necesidad de establecer cuáles son las disciplinas culturales alcanzadas por la eventual ley y qué rol ocupa el Estado. En ese sentido se propone pensar la cultura como «inversión federal para desarrollar nuestras diversidades artísticas y culturales». Y se buscan establecer los límites éticos y legales sobre quiénes pueden o no ser funcionarios culturales.

Otro de los puntos –el noveno, específicamente– establece «el federalismo como norte de las políticas públicas culturales». En ese sentido se indica la necesidad de discutir «la jerarquización institucional de los gobiernos culturales»; la relación «entre el ministerio nacional y los distintos institutos nacionales de cultura» y la relación «entre el ministerio nacional y las provincias». También se apunta que es necesario establecer qué porcentaje del Producto Bruto Interno se debe destinar al desarrollo cultural y cuáles son los entes institucionales más adecuados para la organización y administración financiera de las industrias culturales.

Finalmente se entiende la Ley Nacional Federal de las Culturas como un instrumento para «la redistribución de la riqueza y los bienes culturales, materiales y simbólicos»; «la inclusión y desarrollo de la diversidad y pluralidad cultural, lingüística y artística» y para la «emancipación social y cultural de todos y todas los/as habitantes de la República Argentina».

Una vez leídos estos 21 puntos la mesa organizadora –integrada por Villafañe junto a Juan Manuel Correa, Julia Narcy, Diego Galindez, Rubén de León, Luis Sanjurjo, Natalia Stoppani, Carlos de Francisco y Francisco «Tete» Romero– brindó algunos detalles. Por ejemplo, que este documento ya empieza a recorrer el país y que hay estipulados encuentros en ciudades de diversas provincias

«Vivimos un tiempo histórico muy propicio para ampliación de nuevos derechos», continuaron. «Hoy la inversión cultural del Estado triplica lo que se concebía como necesidad cultural antes del 2003. Es un momento donde la anterior Secretaría de Cultura se convierte en ministerio, en el que una artista popular como Teresa Parodi ocupa el cargo de ministra. Es también un momento donde un intelectual como Ricardo Forster (flamante secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional) inaugura una secretaría cuyo norte es la puesta en valor y el debate del pensamiento nacional abordado desde diversas tradiciones y corrientes», expresaron. De ahí la «necesidad de plasmar estas cuestiones en una ley que nos incluya» como «conclusión de un proceso de participación plural y popular que se sustente desde las más variadas formas y expresiones a lo largo del territorio nacional». «Podemos y debemos aportar para que la ampliación de derechos se expanda todavía más porque como decía José Martí, un hombre libre es un hombre culto», agregaron.   «

Futuros encuentros

Azul, B. Blanca La Plata, Misiones, Rosario, Paraná, Reconquista, S. Rosa y Trenque Lauquen. PÁGINA/12