Por Horacio Castelli
“La declaración de la emergencia posibilitaría contar con un marco legal para que el Departamento Ejecutivo pueda emprender trámites más rápidos y firmar convenios con organismos de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación”, dijeron desde el ejecutivo municipal que encabeza José Luis Vidal sobre las viviendas usurpadas. Sin embargo cuando quién suscribe presentó la “Emergencia Vial Urbana”, la respuesta fue negativa.
No se puede pensar que un instrumento sirve para una cosa y no para otra ya que el espíritu es el mismo.
Nadie puede negar que las calles del distrito de Necochea, las de asfalto y las de tierra estén colapsadas y merecen la definición de “emergencia”.
Si se hubiera trabajado más ampliamente sobre la propuesta presentada en el Concejo Deliberante hoy se podría estar gestionando créditos no reintegrables nacionales e internaciones que existen para este tipo de tareas.
Sin embargo, la miopía política de un ejecutivo que desea borrar todo vestigio del gobierno de Horacio Tellechea llevó a hacer asumir al concejal titular correspondiente para retirar del recinto a quienes no son de su agrado.
La verdad es que la “emergencia vial urbana” continúa. Es una realidad que padecemos los Necochenses diariamente y a medida que pasan los meses se acrecienta con la incorporación de nuevos vehículos al tránsito local.
