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Por Miguel Abálsamo

Cuando el concejal «massista» doctor Facundo López, junto a su equipo de trabajo y un estudio económico realizado, afirmó en conferencia de prensa que » no  avalaremos  un aumento de tasas municipales de la magnitud de lo que se pretende imponer a la ciudadanía» para luego  argumentar » no al aumento del 45 % en tasas urbanas, no al ciento por ciento en la tasa de salud. Lo que proponemos es reempadronamiento obligatorio, digitalización del catastro municipal, cruzamiento de datos, convenio con la Afip, resonificación del distrito, beneficios a buenos cumplidores, relevamiento y fiscalización para detectar evasores e incumplidores….»estaba comenzando a marcar la cancha.

Al margen de esta postura, como afirmando «soy lo que soy, digo lo que pienso y pienso lo que digo», el joven bioquímico segundo en las últimas elecciones legislativas llevadas a cabo recientemente y político de la mesa seccional de Sergio Massa, tal vez futuro candidato a  intendente en el corto plazo o en el 2015, había asestado un golpe inteligente al arco opositor, adelantándose a los hechos y colocando al ancho horizonte político necochense ante una definición.

En realidad, invirtió la estrategia montada, resolviendo en forma airosa una situación coyuntural que resultaría el primer examen serio a la que se lo sometía  ante la sociedad.

El aumento de tasas viene retrasado en el distrito, producto de no haberlas realizado en forma gradual ahora la desesperación de las cuentas y el precario momento institucional-económico municipal hace que caiga sobre el vecino el duro peso de la realidad en los bolsillos, sumado al revalúo inmobiliario provincial .

Parecía que la asunción del interino intendente José Luis Vidal destrabaría la cuestión, con los cantos de buenas sirenas que deslizaba la oposición ,haciendo que días atrás  muchos descontaban que efectivamente el aumento de tasas sería una realidad, solamente faltaban detalles, sumar opiniones, discutir en la sala y finalmente establecer  los números.

Casi nadie dudaba que lo haría el Concejo Deliberante en su última sesión , sin necesidad de trasladarlo al nuevo donde muchas caras se repetirán, los cuatro de Unión Peronista-Fe, Aued, Rojas, Antenucci y Gongora, el radical Esnaola, el «sciolista» Calcabrini y la actual titular de gobierno  Ana Asa, lo único nuevo serán las presencias de los «massistas» López-Biar y el socialista Labataglia.

La estrategia de los más experimentados hizo que quedará la indisoluble discusión  para el nuevo Concejo, como una manera de cargarle responsabilidades a los tres de estreno y de manera especial a Facundo López, ergo, el Frente Renovador del ascendente Intendente de Tigre hoy diputado nacional, Sergio Massa.

Lejos de amilanarse, sin demoras y con resolución práctica, López devolvió la pelota al centro del escenario y marcó la cancha, descolocando a varios, dejándolos en el interrogante, cambiando el ángulo, antes el apremio de respuestas era para el bloque «massista», ahora esta trasladado al arco opositor, y porque no al propio corazón del Frente para la Victoria, donde la composición en diferentes bloques también se corresponde a definiciones dispares.

La definición que le pedían a Facundo López, ahora pasan a ser definiciones que les exigen al resto. Se invirtió la carga.

A partir de estos conceptos la semana dejo análisis en cuanto al aumento de tasas.

En el «kircherismo» hay dos concejales, Marcelo Ordoqui, Partido de la Victoria, en una semana ganadora junto al gobernador Daniel Scioli en un lugar relevante en acto de la ciudad de La Plata, y Luciano Lescano, quienes estudian pormenorizadamente la respuesta de aumento a los ciudadanos antes de dar el «si fácil».

Ante esta observancia, ediles de Unión Peronista y del radicalismo se preguntan….» si los propios oficialistas, en sus diferentes vertientes no tienen opinión favorable en cuanto al aumento, que quieren…que nosotros pongamos la cara ante el vecino. Primero que definan ellos».

Sin duda todo un mensaje.

Si algo le faltaba a la frutilla de la torta fue el concejal peronista Pablo Benedini, al argumentar en mi programa de radio en FM.93.5 el martes por la mañana ante la pregunta sobre el tema…» hay que estudiarlo, tampoco es bueno meterle la  mano en los bolsillos al vecino”.

Diciembre es una fecha especial para estas arcas municipales  semivacías, aumento de alto valor en la recolección de los residuos a la firma Servicios Ambientales, correcta en el trabajo de calle y desastrosa en cuanto al cuidado del área de disposición final, detalle que parece escapar de la orbita de nuestros políticos hasta que vean la afectación de la calidad de vida que sufriremos todos  con esas cavas en el viejo camino a La Dulce infectando permanentemente ,dañando el suelo y prontamente a contaminar nuestra agua, la que bebemos diariamente..

Diciembre significará también el pago de los aguinaldos y el inicio del año 2014 los aumentos a los 2.000 empleados municipales, porcentaje que incrementará de igual modo el sueldo de todos los cargos políticos y de los 19 concejales.

Situación delicada si la hay, la del distrito de Necochea, sumada a la espera de la decisión de la Suprema Corte de Justicia bonaerense sobre la situación definitiva del intendente hoy suspendido profesor Horacio Tellechea.

En el Ejecutivo municipal aquel oxigeno ganado con el aumento del revalúo inmobiliario, se ve acotado con el alargamiento a la definición de aumento de tasas, y palabras del gobernador provincial Daniel Scioli afirmando…» no autorizó un aumento de tasas en los distritos de la provincia de Buenos Aires».

¿Quien le pone el gancho en el concejo al aumento de tasas?

A esta altura de los acontecimientos, y ante la movida del «massismo» la pregunta que nos hacemos es ¿QUIEN LE PONE LA CARA AL AUMENTO DE TASAS ANTE LOS VECINOS?.

El bloque de Unión Peronista (quien seguramente se quedará con la presidencia del HCD para Pablo Aued en acuerdo societario una vez  más con el radicalismo que ocupará la secretaria del cuerpo en la figura del quequenense componente del GEN, Walter Bravo, tiene una dicotomía por delante, dar pase libre al aumento de tasas con la posibilidad de una elección a intendente adelantada, dejaría al arquitecto Roberto Rago atrapado en la pregunta que los ciudadanos le harán y le recriminarán, dicotomía que se abre como senderos que se bifurcan cuando piensan que si ganan las esas elecciones y deben gobernar por menos de dos años el distrito de Necochea, es mejor hacerlo con tasas aumentadas para ingresar al municipio con cierto desahogo económico y no  con los apremios del presente.

Si todo el arco «K» del distrito en el deliberativo no levanta sus manos aprobando el aumento, el interino intendente dejará visible ante la comunidad la endebles de un gobierno que no alcanza a conducir su propia tropa legislativa.

Asa y Perestiuk parecen ser las columnas sólidas del «vidalismo» para soportar futuros meses, Calcabrini sigue siendo «pienso…luego existo» o podría mejorar ese sabio concepto con «pienso… luego desisto al aumento». La posición de Benedini sigue caminos parecidos y el dúo Ordoqui (muchas miradas se posan en él) Lescano  aunque no lo expresen tienen in pectore la definición.

Si el Departamento Ejecutivo quiere ciertamente ese aumento deberá abrirse al diálogo con  los propios antes de pretender convencer a los ajenos, hoy no esta bien con los de adentro y se hace difícil seducir a los  de afuera.

Otro dirigente clave será el socialista doctor Mario Labataglia, quien suele andar con pocos eufemismos a la hora de evaluar una situación. Dueño de un caudal propio de votos, de un partido nacional organizado y un presidenciable como Hermes Binner como banderas irrenunciables, Labataglia no romperá lanzas con sus socios de la UCR, mostrando una sutil diferencia conformando un bloque socialista que racionalmente estudiará cada proyecto sin que nadie los lleve de las narices.

Para Labataglia  votar un candidato «veneguista» a la presidencia del HCD y un aumento de tasas, serán platos duros de digerir para el ex titular de Pobres y Ausentes.

Indudable que hoy el esperado obsequio de Navidad y Fin de Año para el oficialismo, aumento de tasas, no parece ser fácil de conseguir.

La incógnita es saber la actitud  a seguir, o si existe un Plan B ante esta contingencia, o todas las apuestas se colocan a un solo número.

El «massismo» descolocó a muchos concejales, que aparecen atrapados en esa telaraña que con mucha estrategia manejaron López-Biar y su equipo económico.

Les marcó la cancha, les quitó la pelota, y les anotó un gol.

Ahora quieren recuperar la pelota, empatar el partido y esperar el segundo tiempo.