Por Silvia Guillot
Ni muy muy, ni tan tan…
Los libros, las películas, la vida misma no siempre siguen el camino previsto y pueden llegar a sorprendernos verdaderamente.
De acuerdo a las intenciones puestas por los participantes –lectores, espectadores, personas vivientes- la sorpresa será buena, regular o directamente mala.
En este artículo no me voy a referir a un “libro”…
Tampoco a una “película”.
Por simple eliminación, se habrán dado cuenta que lo que tengo en mente es la “vida misma”.
No. No se preocupen, no me dio por el lado filosófico. Es muy nuevito el año y la mayoría está de vacaciones.
Es una simple observación.
Fíjense… quizá compartan la misma sensación que me acompañó durante todo el mes de diciembre y se hizo más fuerte durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Repito, es una simple observación:
En Argentina, durante todo el 2009 se vivió una especie de puja de poderes entre el Gobierno y la (“las” sería más descriptivo) Oposición. Cada grupo intentó volcar hacia su lado el apoyo y el favor de: El Pueblo, La Gente, Los Hermanos y Hermanas de mi Patria, etc!
Cada grupo “vendió” espejitos de colores y se autoadjudicó el status de defensor de la justicia social y la Constitución, la equidad, la defensa de los intereses de la Patria, y una serie de ideas más o menos rimbombantes según el punto en que se hallara la discusión.
Pero… La Gente, El Pueblo, etc!, no compra más espejitos de colores. Es por eso que el Gobierno y la o las Oposiciones tuvieron su gran sorpresa: La sociedad NO se mostró MUY MUY positiva con los logros del 2009, pero tampoco TAN TAN negativa.
Será que estamos aprendiendo.