En los últimos días, se hicieron cada vez más fuertes las denuncias de distintos sectores políticos sobre posibles irregularidades en los comicios legislativos.
Desde falta de autoridades de mesa, hasta la duplicación de boletas, pasando por muertos que sufragan y sobres firmados de antemano.
Por eso, algunas organizaciones estatales y civiles dispusieron operativos de control y espacios especiales para recibir denuncias sobre disturbios, fraude, acciones sospechosas o indebidas en relación al proceso electoral.
La Defensoría del Pueblo porteña, por ejemplo, participará como observadora de las elecciones legislativas. Un equipo de abogados recorrerá los comicios y observará la correcta atención a los votantes, las instalaciones de las mesas, las condiciones de accesibilidad y el desempeño de las autoridades y le comunicarán a la Junta Electoral cualquier circunstancia que altere su normal desarrollo.
Además, en la sede central de la Defensoría, de la calle Venezuela 842, funcionará como una guardia para atender consultas o reclamos.
Una iniciativa novedosa es la que impulsa la Ojo Cívico, que postula que cualquier elector puede convertirse en un «observador cívico».
Los requisitos para participar son simples: registrarse vía Web o por teléfono al (011) 15 6152-0052 y luego de votar el domingo contestar cuatro preguntas por teléfono, SMS, email o directamente en la página Web.
Además, si registró alguna irregularidad, lo primero que debe debe hacer es radicar la queja ante las autoridades de mesa, al representante de la Justicia Electoral en el recinto o a los miembros de las fuerzas de seguridad.
Durante las 48 horas siguientes a las elecciones, la Junta Electoral recibirá las protestas al 0800-999-7237. Luego de ese lapso, no se aceptarán nuevos reclamos.
Estos son algunos otros sitios dónde encontrar más información:
Manual interactivo para autoridades de mesa
Lo que hay que saber
Las autoridades deberán estar presentes antes que la apertura de la votación, a las 8 de la mañana. A las 18, se cierran las puertas de acceso al establecimiento.
El presidente de mesa debe corroborar la identidad y entregar un sobre firmado en el acto por él y los fiscales que lo deseen antes de que el votante ingrese al cuarto oscuro.
Si en el cuarto oscuro faltan boletas, el elector deberá avisar al presidente de mesa diciendo solamente «faltan boletas», sin mencionar el partido, ni hacer comentarios políticos.
Los fiscales y fiscales generales no son autoridades de mesa, sino representantes de los partidos políticos, y deben presentar un poder firmado por las autoridades directivas del partido, que contenga nombre y apellido completo, y número de documento.
La designación de fiscal general será comunicada a la Junta Electoral Nacional de distrito, por el apoderado general del partido, hasta veinticuatro horas antes del acto eleccionario.
Los fraudes más comunes
- Voto cadena: el puntero recibe un sobre firmado por el presidente de mesa, pero coloca otro con una firma y sello falso en la urna. Al sobre auténtico, lo llena con una boleta de su candidato y se lo entrega a un votante, que debe meterlo en la urna y entregarle a cambio el sobre vacío que recibió en la mesa cuando presentó su documento, con lo que posibilita otro eslabón de la cadena. El director nacional electoral, Alejandro Tullio, lo definió casi como un «mito urbano», ya que consideró que es imposible comprometer a tanta gente». En 2007 se denunció en Lomas de Zamora, Tucumán y Santa Fe.
- El «acarreo»: consiste en llevar a votar a los afiliados o a aquellos que responden a un puntero, por lo general en remises y autos municipales. El riesgo obvio de esta práctica es que el acarreado puede votar a quien sea en el cuarto oscuro.
- Robo de boletas: antes o durante los comicios, cualquiera que ingrese en el cuarto oscuro se lleva las boletas del partido que quiere perjudicar. Si el robo es continuo, tarde o temprano el partido se quedará sin boletas para reponer el robo.
- Manipulación de autoridades: el presidente es la única autoridad de cada mesa, por lo que se pretende que sean independientes. Durante años, sin embargo, el PJ y la UCR se repartieron las designaciones, colocando a sus afiliados. Se logra con la manipulación de los telegramas que notifican la designación de autoridad de mesa, hasta la colocación de gente propia en el primer lugar para que, ante la ausencia del presidente designado, asuma en su reemplazo.
- Votos truchos: con la connivencia del presidente de mesa y la ausencia del fiscal opositor, sobre la hora de cierre se registra como que votaron empadronados que no se presentaron y se colocan las boletas en la urna. Sean 20 o más votos, todos para el partido propio.
- Electores mellizos: con documentos de identidad falsos, pero obtenidos al amparo de alguna protección oficial, el infractor vota en nombre de un empadronado real que, si se presenta a votar, será rechazado y, como máximo, podrá radicar una denuncia penal.
- Trueque de boletas: también conocido como «dar vuelta la urna», consiste en aprovechar la falta de fiscales de la oposición en algunas mesas -o incluso escuelas completas- para reemplazar las boletas que se extraen de los sobres durante el recuento con las del candidato propio o, como máximo, dejarlos vacío.
