A setenta y cuatro años de su trágica muerte fue recordado en la esquina de 59 y 62, donde se erige su figura, a través de un busto que perpetua de alguna forma su memoria.
La agrupación gardeliana «Zorsal Criollo», quién depositó una ofrenda floral en nombre de la agrupación, encabezada por Alfredo Caballero, Miguel Sayago, Carmen Fra, Juan Lastra, entre otros decidió rendir culto a quién es considerado el máxima expositor de la música ciudadana.
También se dio cita en el lugar el «Circulo Amigos del Tango”, integrando el mismo el conocido conductor radial Mario Anchorena.
En la ocasión, pese al frío reinante cuando transcurría la hora 11, no faltaron los recuerdos para la guardia gardeliana.
Su vida se apagó para siempre ,en el Aeropuerto Olaya Herrera de la ciudad de Medellín, República de Colombia, cuando era tripulante junto a quienes lo acompañaban en una gira artística, por Centroamérica, del avión F – 31 Ford de la SACO, precisamente ésa aeronave en su carreteo e intento de despegue, desafortunadamente, colisionó con otro avión similar en la pista de aterrizaje donde murieron 15 pasajeros de los dos aviones, entre ellos el a partir de ése momento inmortalizado «morocho del abasto».
