Solá criticó la campaña del sector y se enojó con De Narváez por inhabilitación de colectoras felipistas.
La convivencia entre los dos principales candidatos de Unión-Pro, Francisco De Narváez y Felipe Solá, vuelve a exhibir signos de tirantez. El perfil de la campaña bonaerense y la decisión del empresario de «desactivar» algunas listas en los distritos que respondían al ex gobernador, son los motivos del nuevo encontronazo en las huestes del PJ disidente.
La aparición en escena del publicista Jaime Durán Barba volvió a dejar en la superficie las rispideces que anidan en esta sociedad en la que también tiene acciones el macrismo. El asesor dijo que Solá no le aportaba votos a la lista que lidera De Narváez y que su valor agregado está en los «contactos» que el ex mandatario mantenía con punteros del Conurbano.
Las definiciones cayeron como un baldazo de agua fría en el campamento de Solá, quien ese mismo día compartió una actividad de campaña con De Narváez en el interior bonaerense que se definió como «muy positiva». Pero apenas bajado del avión, desde un programa de TV Solá exteriorizó su bronca haciendo blanco, sin nombrarlo, en el gurú ecuatoriano.
«Pienso que hay errores en la campaña y hay que hacerle correcciones, hacer redefiniciones de qué somos y a dónde vamos. Yo me acerqué a Unión Pro y le agregué peronismo. Y hay una gran cantidad de peronistas que necesitan votar por algo que tenga identidad peronista, color peronista, lenguaje peronista y no tienen ninguna opción, porque no son kirchneristas, porque no están de acuerdo con la visión dogmática y cerrada que Kirchner tiene del peronismo», disparó.
Y añadió: «Se hizo una campaña (de Unión-Pro) aconsejada por profesionales que no ponen el cuerpo en la calle ni tienen en cuenta las relaciones territoriales ni la historia cultural, no conocen el peronismo ni la Provincia, sólo la capital federal».
Finalmente, al reclamar una «peronización» de la campaña en la que la simbología partidaria y las referencias al justicialismo y sus líderes brilla por su ausencia, Solá recordó que «la Provincia es profundamente peronista, lo exprese como kirchnerismo o lo exprese como antikirchnerismo; sumen las cifras de intención de voto a Kirchner y De Narváez y vean».
Las colectoras, otro foco
Ayer, en La Plata, De Narváez procuró bajarle el tono a la polémica al asegurar que Durán Barba «se equivocó» y que Solá «le suma prestigio a la lista». Aún así, no logró que los candidatos de su nómina de diputados y concejales que responden a Solá, entre ellos Juan Pedro Cháves, Olga Carbajal, Poly Tritten y Juan Morena, concurrieran al acto.
En rigor, los felipistas decidieron no participar en disconformidad con otra decisión para la discordia que atribuyen a De Narváez: que unas 20 listas colectoras presentadas en varios distritos vinculadas a Solá no fueran habilitadas para competir en junio. Algunas de ellas son emblemáticas. Por ejemplo, en Lomas de Zamora fue «bajada» la nómina que encabezaba uno de los hijos del diputado Osvaldo Mércuri.
