Pasadas las 18, el secretario Adjunto Pablo Micheli propuso al plenario la realización «de una Jornada Nacional de Movilización con paro en todas las provincias. Consideramos que la misma tiene que ser el 22 de abril porque esta jornada hay que prepararla bien porque no queremos que sea solamente un saludo a la bandera».
«La semana siguiente a esa jornada la Mesa Nacional más la conducción nacional, es decir los secretarios generales de las provincias nos reuniremos para evaluar si hubo respuestas a esta medida de fuerza», explicó el dirigente.
Una vez frente a la sede de la cartera laboral, ubicada en Avenida Alem al 600 en la Capital Federal, el acto se inició con la palabra de los invitados internacionales al 9º Congreso Extraordinario de la CTA. Entre otros, acercaron su saludo y solidaridad representantes de las centrales de Chile (CUT), Francia (CFT), Brasil (CTB), Venezuela (UNT) y Paraguay (CNT).
Joseba Villareal, de ELA, el sindicato mayoritario en el País Vasco, rescató la unidad entre el movimiento sindical y los movimientos sociales, y afirmó que «el único límite es nuestra capacidad de organizarnos», para luego cerrar con un contundente «a por ellos, que son pocos y cobardes».
Fernando Mauricio, de la CGT de Portugal, sintetizó la solidaridad que expresaron todos los delegados internacionales al afirmar que «la CTA tiene absoluto derecho a la personería gremial».
A continuación, y para cerrar el acto, habló Hugo Yasky, secretario general de la CTA. Además de agradecer la solidaridad de los compañeros internacionales, evaluó que «las grandes potencias del norte están bebiendo el veneno que nos dieron hace muchos años con las políticas neoliberales que convirtieron en un páramo a nuestra tierra».
En concordancia con la consigna de la movilización, Yasky advirtió que «si se pretende salir de la crisis con la receta de la UIA o de la Mesa de Enlace, que quieren la devaluación y no quieren las retenciones, para que la paguemos los trabajadores, la plaza va a quedar chica. Cientos de miles vamos a salir a pelear».
En referencia al reclamo de personería gremial de la CTA, el dirigente sostuvo que «no hay que ser obsecuente con el poder para tener derecho como trabajadores, sino que hay que ser consecuentes con los intereses de la clase trabajadora».
Yasky exigió que «se convoque con urgencia al consejo del salario para discutir y plantear que los más débiles no entremos en la picadora de carne del ajuste. Hay 14 millones de pobres y 4 millones de indigentes que no pueden esperar 10 años a que el capitalismo se recupere, hay que darles respuesta ahora».
El Congreso de la CTA resolvió la convocatoria a una jornada nacional de lucha para el 22 de abril, con la exigencia de que la crisis no la paguen los trabajadores. En este sentido, el docente reiteró el pedido al gobierno para que prohíba por ley los despidos injustificados.
Además, Yasky advirtió que «si después de ese día no hubiera respuesta, vamos a reunirnos en el marco de la Mesa Nacional de la CTA y vamos a definir la convocatoria a un paro nacional. Depende de la respuesta del gobierno».