La jueza acusada de acoso laboral y sexual denunció irregularidades en el jury de enjuiciamiento.
Arrepentida por «confiar en mis empleados» y autocrítica por no haber sabido manejar el juzgado que tenía a su cargo en Necochea, la jueza que está siendo juzgada por acoso laboral y sexual, Marta Alicia Raggio, denunció en una entrevista exclusiva con EL DIA serias «irregularidades» en el jury que ahora continúa sin su presencia, luego que el martes recusara a los magistrados que deberán resolver sobre su destitución.
«Tengo la plena convicción de que el resultado de este jury va a ser adverso a mi persona. En la primera jornada hubo muestras de parcialidad manifiesta», reveló la jueza, quien afirmó que «ya no quiero pertenecer más al Poder Judicial, porque está reunido con la Justicia y su adecuada administración. Me siento desilusionada».
El inesperado giro en el procedimiento se produjo el martes en los tribunales de 13 entre 47 y 48, cuando la jueza suspendida recusó al jurado, les revocó el cargo a sus defensores y los invitó a retirarse juntos de la sala de audiencias, luego de expresar desde el banquillo de los acusados: «prefiero ser una mujer viva a una jueza muerta».
Sin embargo, con expresas instrucciones para sus defensores, Raggio volvió a designar, ayer, a Juan Losinno, Carlos Irisarri y Flavio Gliemmo para que, sin asistir a las audiencias, actúen ante la sentencia que ella considera conduce a un solo camino: su destitución.
Pero hay algo que ni Raggio ni sus abogados pueden explicarse. Porqué aún habiéndose allanado la magistrada a su propia destitución por incapacidad física y psíquica el juicio continúa en su contra, donde se revisan otras causales de destitución como acoso sexual y laboral.
«No se entiende la decisión del jurado, porqué el procedimiento tiene como finalidad la destitución y aún siendo un hecho se decide continuar», destacó Irisarri.
«Una jueza del campo»
«Soy una jueza del campo que pensó que cuando más arriba en la jerarquía del Poder Judicial iba a encontrar más nivel, más capacidad intelectual…Pero no fue así», dijo Raggio, quien ahora es representada en el juicio por el defensor oficial Jorge Pranzini. Aunque aclara «tenemos una cámara que filma el proceso».
La doctora Raggio se desempeñaba como titular del juzgado en lo Correccional Nº 1 de Necochea, y fue denunciada por violencia laboral al presuntamente insultar a los trabajadores, descalificar su tarea, cambiarlos de lugar, aplicar el aislamiento como castigo, ridiculizarlos, intromisión en la vida privada y discriminación.
Ella se defiende al tiempo que hace una autocrítica: «Creí que los empleados del juzgado eran mi mi familia. Resulta obvio que no supe conducir el juzgado como correspondía y cuando lo quise hacer fue imposible».
«Puedo tolerar, aunque no existió, que hablen de acoso laboral pero quién refirió que lo acosaba sexualmente no merece que lo llamen persona y menos hombre», señaló Raggio.
Durante la entrevista, la acusada atribuyó las razones del jury a «un Poder Judicial permeable al gremialismo, facilista con los empleados y donde se prioriza la ineficacia e indiferencia hacia el justiciable. Estoy convencida que el gremio acoplado a la Procuración tienen interrelación con el jurado».
El jury es presidido por el titular de la Suprema Corte, Juan Carlos Hitters, e integrado por los conjueces abogados Horacio Garagusso, Javier Luis Octavio Carbone, Eduardo G.A. López Wesselhoefft, Norberto José Sánchez y Ricardo Jesús Cornaglia. También lo componen los legisladores Marcelo Feliú, Raúl Pérez, Diego Rodrigo, Carlos Bonicatto y Alberto Delgado.
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