Seis presidentes, delegados de 24 países y un problema -el narcotráfico- fueron los protagonistas de la cumbre antidrogas que culminó este viernes en Cartagena, Colombia.
Los mandatarios de México (Felipe Calderón), El Salvador (Antonio Saca), Guatemala (Álvaro Colom), Panamá (Martín Torrijos), República Dominicana (Leonel Fernández) y Colombia (Álvaro Uribe), junto al resto de las delegaciones, acordaron «institucionalizar» la Cumbre Regional Antidrogas como un mecanismo anual de cooperación entre los gobiernos de la región.
Uribe propuso la creación de un «órgano ejecutivo, sin burocracia» que trabajará en la conformación de este mecanismo permanente, que en principio estaría organizado por una troika compuesta por Colombia, México y República Dominicana.
Queremos que cualquier negociación que se lleve a cabo en los Estados Unidos con los narcotraficantes extraditados por lo menos les imponga una pena mínima severa. Álvaro Uribe, presidente de Colombia
En tanto el presidente dominicano, Leonel Fernández, propuso la creación de un fondo multinacional «con el fin exclusivo de mejorar las capacidades en la lucha contra el narcotráfico», donde los mayores recursos deberían ser aportados «por los países ricos».
Pese a que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había confirmado a última hora su asistencia al encuentro, este viernes su canciller, Nicolás Maduro, informó de que el mandatario no viajaría a Colombia «por razones de seguridad».
Maduro sumó el compromiso venezolano al esfuerzo de cooperación bilateral y multilateral, pero reclamó el respeto a la soberanía nacional y la no intrevención en los asuntos internos de los Estados.
Selva, drogas y EE.UU.
Uribe también sugirió durante la cumbre que la lucha antidrogas debiera incluirse en la campaña mundial contra el calentamiento global.
«El gran enemigo de las selvas es la droga», dijo el mandatario de Colombia, donde más de la mitad del territorio nacional es considerado zona selvática.
Según Naciones Unidas, el cultivo de coca ocupa 99.000 hectáreas de selva colombiana.
«Colombia tiene en las drogas ilícitas el enemigo principal contra nuestra selva, cuyo cuidado debe ser nuestra primera contribución en esta contribución contra el calentamiento global».
El presidente colombiano también reclamó a Estados Unidos mayor severidad en las penas que se aplican en ese país a los narcotraficantes colombianos extraditados.
«El próximo paso que queremos dar en materia de extradición es examinar con los norteamericanos, como el mayor país requirente, que cualquier negociación que se lleve a cabo en los Estados Unidos con los narcotraficantes extraditados por lo menos les imponga una pena mínima severa», expresó.
La queja de Uribe despertó cierta sorpresa ya que Colombia es uno de los más cercanos aliados de Estados Unidos en la región, y este país, el mayor contribuyente externo en la lucha del gobierno colombiano contra el narcotráfico.
Plan Colombia
El panorama con el que se encontraron los asistentes a la cumbre no es muy alentador.
A pesar de los duros golpes dados al narcotráfico en países como México y Colombia, la producción no ha disminuido significativamente.
Según Naciones Unidas, el año pasado en Colombia el cultivo de coca aumentó un 27%. Algo que la organización calificó como un «serio y preocupante retroceso».
Sin embargo, la ONU destacó que, pese al aumento de áreas cultivadas, la producción de cocaína disminuyó un 2% y llegó a 600 toneladas métricas en 2007, lo que quiere decir que el país produce el 60% de la cocaína que se consume en el mundo
Para algunos observadores, estas cifras no son alentadoras y los lleva a cuestionar la efectividad del llamado Plan Colombia, la estrategia de ayuda de Estados Unidos al país sudamericano para combatir el narcotráfico.
Durante casi nueve años, Washington ha destinado al menos U$S 4.300 millones a este plan.
Iniciativa Mérida
El pasado 27 de junio, el congreso estadounidense aprobó un plan de ayuda similar para combatir el narcotráfico en México, Centroamérica y el Caribe.
Bajo el nombre de «Iniciativa Mérida», la estrategia prevé una ayuda de U$S 1.600 millones para tres años.
La violencia ya se ha cobrado más de 1.400 muertos este año.
El grueso del dinero irá a México, donde la violencia generada por el narcotráfico ha provocado, en el último año, niveles de violencia que los expertos han comparado con los que vivió Colombia en sus peores momentos de lucha contra carteles como los de Medellín y Cali.
Según datos de medios mexicanos, sólo este año han muerto más de 2.000 personas por violencia relacionada con el narcotráfico. En 2007 murieron al menos 2.700.
Poco después de asumir el poder, el actual presidente mexicano, Felipe Calderón, inició una fuerte campaña de lucha contra el narcotráfico que involucra directamente al ejército.
A pesar de los golpes propinados al narcotráfico en México, algunos analistas afirman que los carteles continúan siendo muy fuertes y capaces de adaptarse a las nuevas circunstancias para mantener el control del suministro de drogas hacia EE.UU., valorado en cerca de U$S 20.000 millones.
Con este panorama, la propuesta de una mayor cooperación entre los países de la región era lo menos que se esperaba de esta cumbre. (BBC MUNDO)