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Por Cdor. Claudio Molina*

El año pasado se recaudaron $ 20.450 millones por derechos de exportación, de los cuales, aproximadamente un 73 % correspondió a los productos agrícolas y agroindustriales, o sea casi, $ 15.000 millones (unos US$ 4.750 millones).

Si el Estado decidiera comprar todos los cereales y oleaginosas que se consumen en el mercado interno y entregárselos sin cargo a las agroindustrias argentinas para que aseguren el abastecimiento de alimentos en el mercado interno a precios muy bajos, tomando en cuenta los precios FOB actuales establecidos por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación, netos de los porcentajes de derechos de exportación que regían antes de la aplicación de la Resolución 125/08 del Ministerio de Economía y Producción de la Nación y con el cómputo de otros gastos de transacción para llegar a los precios FAS, tendría que erogar US$ 3.892,24 millones, según el cálculo presentado abajo. Le sobraría todavía mucho con relación a lo que recauda con el esquema anterior de retenciones.

Esta es una prueba más acerca que la única finalidad del aumento de retenciones instrumentado por la referida resolución del Ministerio de Economía y Producción, fue fiscalista. El Gobierno Nacional tendría varias alternativas de uso de los US$ 4.750 millones recaudados anteriormente, una podría ser el efectivo abaratamiento de los precios de los alimentos en el mercado interno. Con este análisis, queda demostrado que podría bajar dichos precios a niveles inimaginables hoy. Pero no lo hace.

Evidentemente, el campo hace un aporte muy significativo a toda la sociedad, ya que queda claro que todo el mercado interno estaría en condiciones de recibir gratis sus productos, según surge de este análisis.

Reitero mi llamado a reflexionar y a dialogar, respetando los derechos de todos los ciudadanos argentinos. El Gobierno tiene la obligación de demostrar humildad en pos de defender los intereses de todos. Los funcionarios del área Económica deberían asumir que manejan información equivocada (al menos eso es lo que deduzco de las declaraciones altisonantes que efectúan en los medios de comunicación) y que con la misma, se llevó a la Presidenta a asumir una posición que no la favorece ni a ella, ni al País.

*Director Ejecutivo de la Asociación de Biocombustibles e Hidrogeno