Por Miguel Abálsamo
A poco de andar en su segundo mandato, no es sorpresa
que la administración Molina comience a transitar con el
agua al cuello. Un llamado de auxilio al peronista scioli,
dificultades para pagar salarios a los municipales. Déficit
admitidos por todos. Y ahora una suba de tasas alarmantes.
La palabra preocupación sumada a la de realidad, evidentemente aterriza por la administración municipal por estos días.
Preocupación por cuentas que no cierran, déficit admitidos por oficialistas y opositores, y a esta altura sabido por el ciudadano, que hasta hace poco observaba con indolencia los cruces verbales sobre estos temas.
Realidad porque el espejo devuelve la imagen menos deseada.
Semana clave para el pago de salarios a empleados municipales, la administración comenzó abonando el último día de cada mes, luego estiró a las primeras semanas y ahora esta en el límite, con tiempo de descuento y estado de alerta del Sindicato de Trabajadores Municipales, que mira con preocupación este momento palpitando que en el 2008 pueden repetirse situaciones como estas. Ni hablar de abonar las horas extras, cumpliéndose dos meses y medio sin pagarse.
Hace algunas horas el propio intendente esbozó un concepto interesante, perseguir a tantos que pudiendo no pagan las tasas municipales. No esta mal, colocando un hombre de su confianza en esta tarea de mejorar la recaudación, que esta en pisos históricos.
No pudiendo con su genio amplió el diálogo argumentando que al recaudar más no sería necesario aumentar las tasas municipales. Toda una falacia.
En el momento que el intendente Molina decía en conferencia de prensa que no habría aumento de tasas los vecinos recibían las mismas con aumentos significativos.
Mi tía de barrio diría sin más vericuetos…¨nos están macaneando¨.
La soga de auxilio en esta desesperación económica ¨molinista¨ parece ser la constante de la mayoría, recurrir al gobernador bonaerense.
Daniel Scioli recibió a intendentes radicales de la quinta sección electoral y allí estaba Molina, no sólo para estrechar manos, algo que ya hizo días atrás en el Polideportivo Municipal que le consiguió Gerónimo Venegas para su gestión en una mateada mañanera, el objetivo es fondos para salud y seguridad.
Sobre el tema seguridad después de muchos esquives, ha querido convocar a un Foro de Seguridad que se encargó de minimizar o desactivar durante su gestión. En esta soga al cuello en materia de inseguridad quiere ganar tiempo y vender imagen de ponerse al frente de la nada. Porque si algo caracteriza a nuestro alcalde es en evadir responsabilidades. Parece un comentarista de hechos no el intendente de la ciudad.
Nadie puede juzgarlo en lo personal por el incendio del parque, sería burdo ligarlo al intendente con la quema de hectáreas de nuestro parque. Sin embargo la omisión es un hecho gravísimo, el intendente desoyó una recomendación del Cuerpo de Bomberos para prevenir un posible incendio, máxime cuando
El agua esta en el cuello.
Una administración debe ser rápida de reflejos y puede encontrar soluciones, o bien recibiendo aportes del peronista Daniel Scioli o del gobierno nacional, no por Molina sino privilegiando a la ciudad que esta primera , con un plan de austeridad que permita achicar gastos, recuperando la confianza del vecino acrecentando el pago de impuestos, seguramente intentando movidas creativas y serias para que la situación no ahogue al mandatario.
Lo que si debo destacar y me parece todavía más preocupante que los números, es la persecución que esta administración esta sosteniendo con trabajadores que no adhieren a su proyecto, con periodistas que no acatan escribir el diario de Irigoyen, y los discriminados no tan sólo a invitaciones a conferencias de prensa sino en aportes publicitarios. La gravedad aumenta cuando comienzan a circular por lo bajo las mismas persecuciones a comerciantes de nuestro medio identificados fuera del proyecto ¨molinista¨. Todo muy grave.
Ya no sólo son los números y sus déficit, ahora debemos combatir juntos contra la persecución, que puede hacerse más profunda a medida que el agua siga subiendo al cuello del primer piso municipal.
Un estado de desesperación lleva a un intendente a varios caminos. Combatir para salir de la misma llamando a la unidad…encerrarse en un microclima escuchando el ¨si Daniel…¨ o declarándose impotente para resolverla.
Si opta por el llamado a unidad y que entre todos busquen las soluciones que un hombre no puede, sería un gesto gigantesco…si opta por el círculo áulico y autista, estará perdido en un corto plazo, si es incapaz de reacción y el ciudadano percibe un callejón sin salida, estaríamos hablando ya de momentos institucionales muy especiales.
Los necochenses no queremos un helicóptero sobrevolando el municipio, pero tampoco podemos vivir sin esperanzas de soluciones.