Millonarios y donantes privados se movilizaron en las últimas horas para financiar la reconstrucción, que se prevé larga y costosa, de la catedral Notre Dame de París, destruida en parte por un incendio devastador.
El presidente Emmanuel Macron prometió reconstruir el emblemático edifico gótico., cuya aguja se derrumbó y parte de la techumbre quedó destruida por el incendio del martes, ahora ya apagado.
El multimillonario francés Bernard Arnault anunció el martes que él y su grupo LVMH, especializado en productos de lujo, donarán 200 millones de euros (226 millones de dólares) para la reconstrucción.
La oferta llegó después de que Kering, el grupo de moda fundado por otro multimillonario francés, Francois Pinault, ofreciera cien millones de euros para «reconstruir completamente Notre Dame».
Por su parte la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, dijo el martes que la ciudad financiaría la reconstrucción con 50 millones de euros y propuso una conferencia internacional para coordinar las donaciones y restaurar el edificio.
La Fundación para el Patrimonio, un organismo francés financiado con fondos privados, hizo un llamamiento a las donaciones en su web. También hubo llamamientos similares a través de la web de micromecenazgo Leetchi.
La región de Isla de Francia, que incluye París y sus alrededores, prometió diez millones de euros.
Para reconstruir el templo, que cada año acoge a 13 millones de visitantes –una media de 35.000 personas al día– se necesitarán artesanos especializados y maderas raras.
El responsable del grupo Charlois, el mayor proveedor de madera de roble de Francia, prometió ofrecer los mejores materiales para reconstruir la compleja armadura de madera, conocida como «el bosque» por el número de vigas que se emplearon para construirla.
«Las obras seguramente necesitarán años, quizás décadas, pero se necesitarán miles de metros cúbicos de madera. Habrá que encontrar las mejores piezas, de gran diámetro», explica Sylvain Charlois, en declaraciones a la radio France Info.
AFP / Bertrand GUAY
La UNESCO, con sede en París, prometió por su parte trabajar con Francia para restaurar la catedral, inscrita desde 1991 en su lista de patrimonio mundial de la humanidad.
«Ya estamos en contacto con expertos y preparados para enviar una misión urgente para evaluar los daños, salvar lo que se pueda salvar y empezar a tomar medidas para el corto y el medio plazo», dijo Audrey Azoulay, la secretaria general de esta agencia de la ONU, en un comunicado el martes.
La renovación podría costar cientos de millones de euros durante varios años, incluso décadas, a pesar de que los expertos aseguran que las consecuencias podrían haber sido peores.
Por eso muchos responsables pidieron movilizar recursos para una reconstrucción rápida.
«Desde ayer estoy oyendo que tomará una década, es absurdo», dijo a la AFP el martes el exminsitro de cultura francés Jack Lang.
Lang pidió un plan de tres años para reconstruir la techumbre y la aguja, que se derrumbó dos horas después de que empezara el fuego. «Hay que fijar un plazo corto, como hicimos otras veces en otras obras excepcionales», aseguró.
El edificio gótico estaba siendo renovado para reparar el efecto del tiempo y de la contaminación con un presupuesto de 11 millones de euros, financiado por el estado francés.