domingo, noviembre 24, 2024

Salud

GRIPE A: El golpe económico en la Argentina

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090707235814_sp_gripe_baires_512Por Verónica Smink

Normalmente el período invernal de julio es el más redituable del año para los productores de teatro infantil y los dueños de salas de cine en Argentina. Pero este año, todo cambió con la gripe A.

Si bien las vacaciones de invierno de los niños se extendieron por un mes como consecuencia de la pandemia, muchos de sus padres se acogieron a las indicaciones de las autoridades de mantener a los menores dentro del hogar, y lejos de las aglomeraciones humanas.

A pesar de que el gobierno no ha decretado el cierre de lugares de asistencia masiva, la falta de público ante el temor por el virus H1N1 -que ya ha causado al menos 65 muertes en el país- llevó a una catarata de cancelaciones de eventos culturales y deportivos en los últimos días.

or primera vez desde 1918, la famosa avenida Corrientes -el Broadway local- apagará sus luces por 10 días, luego de que la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales suspendiera los espectáculos por una caída en la ventas de entradas, estimada en 80%.

El ausentismo no sólo se ve en las salas de teatro y de cine, sino también en los centros comerciales, los restaurantes, los medios de transporte públicos y los lugares de trabajo.

Pérdidas millonarias

Los medios de prensa locales enumeran las pérdidas económicas en cientos de millones de dólares, pero según los economistas, el impacto verdadero no se podrá medir hasta que se conozca la gravedad y la extensión de la pandemia en el país.

Roberto Dvoskin, de la Universidad de San Andrés, le dijo a BBC Mundo que la decisión del gobierno de no ordenar el cierre de actividades -como hizo México- está creando un «goteo del sistema», que a la larga tendrá peores efectos sobre la economía.

«Si se cerrara todo de forma planificada por 10 o 12 días, el costo sería de US$2.500 millones, es decir el 1% del PIB», estimó el economista.

«En cambio, de esta forma el mercado va imponiendo sus decisiones, y el costo económico y social es más alto», opinó.

Para el experto, el problema es que tomar «una medida drástica por tiempo limitado», como la que propone, tiene un efecto político fuerte.

«Muchas veces los gobiernos prefieren un costo económico mayor y un costo político menor», señala.

Ausentismo laboral

El alto número de contagiados de gripe A en Argentina -que según el Ministerio de Salud ascendería a más de 100.000- no es el único motivo del fuerte ausentismo laboral que se vive desde el lunes.

Muchos padres de niños pequeños debieron quedarse en su hogar para atender a los chicos, que no tendrán clases hasta fin de mes.

También están los que debieron permanecer en la casa para atender a familiares enfermos.

Y un grupo significante obtuvo licencias preventivas por presentar condiciones que los hace más vulnerables al virus, como las embarazadas, los diabéticos, las personas con problemas respiratorios o cardíacos y los inmunodepresivos.

Se estima que en Buenos Aires -la provincia más afectada- cerca del 20% de los trabajadores públicos recibió este beneficio.

Este martes, el gobierno decretó un «asueto sanitario» para el viernes, para de esa forma extender el período no laboral que comienza con el feriado nacional del jueves, fecha que celebra la independencia del país.

Las autoridades pidieron que el fin de semana largo no se utilice para viajar, y recomendaron a los beneficiados por la medida permanecer en sus hogares.

Turismo

Al igual que ocurrió con México, los expertos estiman que uno de los sectores más golpeados por el efecto de la gripe A será el turismo.

Las vacaciones de invierno australes son normalmente un período de mucha afluencia turística, sobre todo en los populares centros de esquí como Bariloche, en la sureña provincia de Río Negro, o Las Leñas, en Mendoza, en el oeste del país.

La Secretaría de Turismo de la nación le dijo a BBC Mundo que no existen cifras sobre el impacto que está teniendo la influenza A en ese sector, pero algunas agencias reportaron caídas del 50% en la venta de paquetes turísticos.

Muchos viajeros estarían cambiando su destino por opciones más cálidas, incluyendo el norte de Brasil.

Las autoridades argentinas criticaron las recomendaciones del gobierno brasileño, que pidió a sus ciudadanos que suspendan sus viajes a Argentina y a Chile como consecuencia de la influenza A, una decisión también cuestionada por Santiago.

La única víctima fatal confirmada de la gripe porcina en Brasil habría contraído la enfermedad durante un viaje a Buenos Aires.

Los brasileños representan el número más grande de turistas extranjeros en el país, después de los europeos, por lo que su ausencia se sentirá fuertemente.

El presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza, Alberto Romero, pidió que se evite el «pánico sin razón».

«Si la Organización Mundial de la Salud ha recomendado no suspender los viajes, veo innecesario el hecho de que desde el gobierno y los medios generen miedo en la población», afirmó.

Doble golpe

Algunas agencias reportaron caídas del 50% en la venta de paquetes turísticos.

El turismo -y en particular la hotelería- sufrió un segundo golpe con la llegada del virus H1N1, debido a que ya estaba padeciendo los efectos de la crisis económica mundial, que puso freno a muchas de las visitas internacionales.

Según Dvoskin, la gripe porcina hizo su aparición en el país en momentos en que la economía parecía estarse recuperando de la crisis financiera.

«Probablemente la pandemia retrase la reactivación económica del país hasta agosto o septiembre, cuando se supere la crisis sanitaria», le explicó el especialista a BBC Mundo.

En su opinión, el sector de servicios es el que padece los efectos más negativos de la gripe A, en especial los que implican movimiento de gente.

Pero no para todos es mala noticia la pandemia: los laboratorios que fabrican tapa bocas y alcohol en gel han visto un fuerte aumento en sus actividades.

En tanto los supermercados han incrementado sus ventas, en detrimento de los restaurantes, que ahora dependen más fuertemente de su sistema de «delivery» -o entrega a domicilio- un servicio ya de por sí muy popular en este país.

BBC Mundo, Argentina