Los primeros en exponer ante el Tribunal Oral 12 serán los abogados Jorge Battilana y Martín Carabelli, querellantes de la pareja de novios que fue atacada por Martín Ríos mientras tomaba un café en una confitería de ese barrio porteño. En cambio, la defensa de la familia de Alfredo Marcenac no será de la partida por un error técnico.
El juicio que se le sigue a Martín Ríos, el denominado «tirador serial de Belgrano» acusado de asesinar al joven Alfredo Marcenac y de cometer 11 tentativas de homicidio en cuatro ataques a balazos en ese barrio porteño, pasará hoy a la etapa de alegatos.
La audiencia ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 12 de esta Capital Federal, presidido por la jueza Ana Dieta de Herrero e integrado por los vocales Carlos Bruno y Alfredo Rizzo Romano, comenzará a las 9 en el edificio judicial de Lavalle 1171.
Pese a haber participado del debate, la querella de la familia Marcenac, representada por el abogado Carlos Corvo Dolcet, no podrá alegar por un error técnico de su anterior abogado, quien finalizada la instrucción, no presentó a tiempo el pedido de elevación a juicio.
De esta manera, los primeros en alegar serán los abogados Jorge Battilana y Martín Carabelli, querellantes de Sabrina Sangiao y Mariano García Tejera, la pareja de novios que estaba sentada en la confitería de Cramer y Juramento en la que Ríos protagonizó uno de sus ataques a balazos.
Luego será el turno del fiscal de juicio, Carlos Giménez Bauer, y por último lo harán los abogados defensores de Ríos, Angel Ramallo y Augusto Coronel.
La salud mental de Ríos (30) es el eje del juicio ya que la defensa del tirador serial no cuestiona la materialidad ni la autoría del acusado en los cuatro hechos que se le imputan, sino que quiere demostrar que su cliente es un enfermo mental inimputable.
Por el juicio ya declararon varios psicólogos y psiquiatras que analizaron la salud mental de Ríos.
De los 11 peritos oficiales -ocho de Capital y tres de provincia de Buenos Aires-, que desfilaron ante el TOC 12, nueve coincidieron con el diagnóstico de que Ríos padece una esquizofrenia por la que no pudo comprender la criminalidad de sus actos ni dirigir sus acciones y que es tan peligroso que debe estar internado en un psiquiátrico.
Sólo dos psicólogas del Cuerpo Médico Forense que lo entrevistaron en una sola oportunidad y los tres peritos de la querella de la familia Marcenac fueron los que hasta el momento aseguraron que el acusado no es un psicótico.
Los Marcenac están convencidos de que Ríos es un simulador que fue entrenado para que la Justicia lo declare esquizofrénico y sostienen que en realidad padece un trastorno de la personalidad antisocial que no lo hace inimputable.
Ríos ya fue declarado inimputable por la Justicia de San Isidro el año pasado en una causa que tenía por la portación ilegal del arma con la que cometió los ataques, cuando fue detenido, a nueve días del crimen de Marcenac, en la localidad bonaerense de Munro.
El joven llegó al juicio acusado del homicidio de Marcenac (18), ocurrido el 6 de julio de 2006 en avenida Cabildo al 1700, cuando disparó al menos 9 balazos con su pistola Bersa Thunder calibre 380 y además de asesinar al estudiante hirió en esa oportunidad a otras seis personas.
Los otros tres ataques a balazos en el barrio de Belgrano que le imputan son contra un colectivo de la línea 67 donde hirió a dos personas, contra una confitería donde baleó a una chica de 17 años y contra un tren en movimiento donde no hubo heridos.
Ríos sólo estuvo presente en la sala de audiencias el primer día del juicio, el 3 de junio pasado, cuando los jueces lo interrogaron sobre sus datos personales y se lo vio con la mirada perdida en el piso y con un constante balanceo hacia delante y hace atrás, movimiento conocido como «rocking».
Por pedido de su defensa, en las cinco audiencias posteriores, Ríos siempre estuvo en una sala contigua sin observar el juicio.