Ayer debían declarar los peritos que le realizaron la primera junta médica a Martín Ríos y afirmaron que sus ataques responden a que padece esquizofrenia. El tribunal dispuso que el debate se reanude el miércoles.
La audiencia que debía realizarse hoy por el juicio al denominado «tirador serial de Belgrano» se suspendió a raíz de que el fiscal Carlos Giménez Bauer se enfermó, por lo que el tribunal dispuso que el debate se reanude el miércoles próximo.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 12, integrado por los jueces Ana Dieta de Herrero, Carlos Bruno y Alfredo Rizzo Romano, ahora deberá definir si los testigos de la próxima audiencia son los mismos que estaban programados para hoy o si son otros peritos oficiales que ya tenían fijada como fecha de declaración la del miércoles.
La salud mental de Ríos (30) es el eje del juicio, ya que la defensa, a cargo del abogado Ángel Ramallo, no cuestiona la materialidad ni la autoría de Ríos en los cuatro hechos que se le imputan, sino que quiere demostrar que su cliente es un enfermo mental inimputable.
Incluso, pese a que el fiscal original de la causa, Mariano Solessio, había pedido el sobreseimiento de Ríos al considerar que era un inimputable, a partir de una revisión de su dictamen realizada por un fiscal de Cámara, el expediente llegó a este juicio oral.
El fiscal general Fabián Céliz consideró que sean tres jueces de un tribunal oral los que escuchen en un debate a todos los peritos y finalmente definan si Ríos es o no imputable.
Por el juicio ya declararon varios psicólogos y psiquiatras que analizaron la salud mental de Ríos y, hasta el momento, los peritos de la querella de Marcenac fueron los únicos que aseguraron que el acusado es un simulador que fue entrenado para que la Justicia lo declare inimputable.
Ríos se encuentra detenido en la Unidad Penal 20 Neuropsiquiátrico del Hospital Borda, dependiente del Servicio Penitenciario Federal (SPF), acusado del homicidio de Marcenac (18), ocurrido el 6 de julio de 2006 en avenida Cabildo al 1700, cuando disparó al menos 9 balazos con su pistola calibre 380 y además de asesinar al estudiante hirió a otras seis personas.
Los otros tres ataques a balazos en el barrio de Belgrano que le imputan son contra un colectivo de la línea 67 donde hirió a dos personas, contra una confitería donde baleó a una chica de 17 años y contra un tren en movimiento donde no hubo heridos.