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Por Miguel Abálsamo

La sociedad Molina-Kirchner volvió a poner en marcha la empresa electoral. Agravios, e insultos.  Dirigentes  políticos al borde de un ataque de nervios. El alcalde necesita sobreactuar para ser escuchado. En días más otro socio, Julio de Vido estará en la ciudad. Promesas de obras y plata a cambio de amor ideológico. A la empresa anti peronista se suma el Frente para la Victoria local.

Pocas veces se lo vio  al intendente doctor Daniel Molina, como noches pasadas en  el Club Ministerio de Quequén, agraviando, gritando, casi «sacado» dirían los pibes .Recibiendo un libreto kirchnerista  que quiere cumplir a rajatablas, convirtiéndose en un repetidor de lo peor del matrimonio. Así comenzó su campaña electoral, sólo le falto decir » yo o el caos», como  grita´ su socio Néstor K.

Volvió la sociedad. Esa que nunca dejo de ser,  aunque tratara de disimular con cacerola en mano en la «guerra gaucha», engañando  a  los hombres de tierra adentro con un apoyo que no sentía, tan solo una pose de ocasión. Volvió la sociedad, Molina-Kirchner, a través del gerente Julio de Vido, el anunciador de obras públicas que esperemos algún día  se concreten. .Volvio la sociedad. Por eso se mostró exaltado, tiempo atrás, propiciando una conferencia de prensa  en el propio comité en tarde veraniega, montando   un  escenario de contestación a este periodista cuando anunciábamos el sello de unidad   Carrio-UCR. Algo que no podía evitar pero quería disimular.

Volvió la sociedad, la empresa electoral esta en marcha, y lo que quiere expresar Kirchner  sobre Venegas, se lo ordena   decir a Molina, su intendente de siempre, el que hace una semana recibió cálidos aplausos en el congreso Kirchnerista-Socialista, cuando los nombraron en la plantilla de consecuentes con el modelo nacional.  El de los cafés alargados en oficinas de Parrilli, Secretario General de la Presidencia, y Zannini, Secretario Legal y Técnico.

Volvió la sociedad, no de los Poetas Muertos, film memorable, sino de varios políticos que lejos de ser poetas están más cercas de ser La Sociedad de los Políticos Desesperados,  si el acto eleccionario en la provincia no les favorece.

Volvió la sociedad, ahora integrada al escenario común casero, con los funcionales a su política, el Frente para la Victoria del senador invisible a ojos necochenses Javier Mazza (ex titular  del IOMA), y otros  útiles a Molina, que lo son sin darse cuenta.

Pronto aparecerán los peronistas  arrepentidos, reaccionando tarde a la telaraña que le colocaron aquellos que juegan posiciones individuales, pretenden porciones de poder, y apuestan sólo a mantenerse en un cargo. Ese Frente para la Victoria que tiene una sola intención, evitar que pierda Molina ante el peronismo.

Volvió la sociedad para recordarnos  esas famosas cuatro por cuatro, las mismas que tienen algunos componentes del gobierno «molinista y kirchnerista»  y nadie debería objetar ,  volvió la sociedad  utilizando la palabra «ladrón»  para un candidato opositor, como argumento electoral. Observamos el descenso en ideas y debate del señor intendente, colocándose más cerca del cajón de Herminio que del legado de Alfonsín.

El alcalde parece un hombre al borde de un ataque de nervios. Canjea obras por ideología, una especie de «borocotorización» al que nos tiene acostumbrado.

Pretende polarizar la elección con un dirigente que no es candidato (Venegas), y olvida detalles de su paupérrima gestión, que dejará una municipalidad  destruida,  estado que tomó en el 2003 con un millón y medio favor y  llevó en su admirable gestión a   diez millones de dólares de déficit, deudas con proveedores , promesas incumplidas, y actos que no parecen ser claros y transparentes, caso Camping «Miguel Lillo», durmiendo en los cajones judiciales. O promesas incumplidas, entre las más notorias, la elección de delegados por el voto popular en el interior del distrito.

Tildó de enemigos a los adversarios que en democracia no  piensan igual, y hasta llamó «ladrón» a un primer candidato de  la lista opositora, familiar directo de su secretario de gobierno Mario Diez. Palabras y conceptos que debería repetir con esa facilidad en la justicia, llevando las pruebas correspondientes.

El alcalde confunde enemigo con adversario.

Adversarios son los que compiten con él, porque creen tener mejores ideas. Enemigos en la democracia son la pobreza, la inseguridad, la corrupción, la indigencia, la tiranía, la falta de República.

La desesperación infunde valor hasta al más cobarde. La desesperación termina exagerando nuestras debilidades.

Esperemos que esta campaña que acaba de empezar encuentre a los dirigentes volando alto y no arrastrándose en el fango de la politiquería de infundios y agravios personales.

Molina se parece a su socio Néstor Kirchner, cuando más temor  sienten , más peligrosos se vuelven los hombres. No ahorran  ofensas permanentes. Son como aquellos espíritus mediocres que condenan todo lo que no esta a su alcance.

La sociedad ha vuelto.

La familia se ha agrandado, se suman los amigos de ruta del Frente para la Victoria. La orden  de Kirchner es derrotar al peronismo más que el crecimiento de la ciudad, ocuparnos más de Venegas que del distrito, criticar más que construir, desunir más que dialogar.

Un intendente debería sobrevolar cuestiones individuales, privilegiar la paz de su ciudad y el bienestar de los suyos.

Comenzar con esta beligerancia una campaña interna para la renovación de concejales, indica irritación.

Esa política irritativa que viene verticalmente desde Puerto Madero, donde el unitarismo hace gala, repartiendo dinero, comprando voluntades, partiendo la sociedad, enfrentando el pluralismo y convirtiendo a los intendentes más que en  jefes político distritales  en  «Chirolitas», que al igual que   los muebles colocan en cualquier lugar de la casa.

Volvió la sociedad Molina-K.

A la empresa se han sumado nuevos accionistas del Frente para la Victoria.

El resultado final la noche del 28 de junio puede indicar una empresa con solvencia, o en estado de quiebra.